- En panel organizado por la UNAM, autoridades judiciales y académicas coincidieron en la necesidad urgente de consolidar un enfoque de justicia adaptada y con perspectiva de infancia en todos los niveles del Poder Judicial.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
Ciudad de México. – En un momento en que el sistema judicial mexicano avanza hacia modelos más incluyentes y sensibles, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue sede del panel “Avances y desafíos en el sistema de justicia para niñas, niños y adolescentes”, en el marco del Primer Congreso Nacional sobre la materia.
El evento reunió a especialistas, autoridades judiciales y académicas que coincidieron en la necesidad urgente de consolidar un enfoque de justicia adaptada y con perspectiva de infancia en todos los niveles del Poder Judicial.
Durante el panel, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Irving Espinosa Betanzo y Loretta Ortiz Ahlf, ofrecieron reflexiones profundas sobre los retos que enfrenta el país para garantizar el interés superior de la niñez en los procedimientos judiciales, particularmente en contextos de vulnerabilidad, violencia o abuso.
El ministro Irving Espinosa destacó que, a pesar de los avances normativos, persisten rezagos en la aplicación efectiva de los protocolos existentes para juzgar con perspectiva de infancia. Denunció que en muchos casos no se da vista a las procuradurías de protección de niñas, niños y adolescentes, a pesar de que así lo mandata la ley. Señaló también la falta de capacitación de operadores jurídicos como un obstáculo constante: “Los protocolos están ahí, pero si no se aplican en lo cotidiano, se quedan en letra muerta”.
Espinosa hizo un llamado a institucionalizar la justicia adaptada, es decir, una justicia que sea accesible, comprensible y no revictimizante. Alertó también sobre los riesgos que enfrentan los menores en el entorno digital, un terreno donde el derecho aún camina con lentitud ante los vertiginosos avances tecnológicos.
La voz de la infancia debe ser escuchada
Por su parte, la ministra Loretta Ortiz Ahlf fue contundente al subrayar que sin justicia para la infancia, no puede hablarse de una democracia sólida. “Es inconcebible que un sistema judicial aún dude en reconocer la voz de una niña abusada, como ocurrió en un caso reciente que terminó con la restitución del agresor a su plaza docente”, lamentó.
Ortiz reiteró que niñas, niños y adolescentes no son “menores”, sino sujetos de derecho plenos, y que todas las decisiones judiciales que les afecten deben contemplar su opinión, su contexto y su bienestar. Enfatizó que México, al haber ratificado la Convención de los Derechos del Niño, está jurídicamente obligado a aplicar estos principios en todo procedimiento judicial, incluyendo migración, adopción, salud y derechos digitales.
Ambos ministros coincidieron en que el camino aún es largo, pero la clave está en la formación, sensibilización y voluntad política de todas las instituciones involucradas. La niñez, dijeron, debe dejar de ser una categoría tutelar para convertirse en un eje rector de los derechos humanos.




