Dr. Francisco Leannec González Silva
La democracia electoral no ha cumplido su misión de redundar en beneficios de democracia social, la mayor enfermedad de los sistemas democráticos es el populismo, vea como se enferman los gobernantes tratando de demostrar que son aceptados por la población con múltiples encuestas, la mayoría de ellas pagadas para obtener resultados falsos a su favor, en pocas palabras hacerse sonsos y así engañar al gobernado.
Como diría López Obrador, aunque existan otros datos las cifras reales son deficientes, basta ver el proceso de militarización del país, el crecimiento de la delincuencia organizada, de la violencia, de la inseguridad y no se diga de la impunidad, así como también el proceso de concentración de la riqueza en unos cuantos, para entender que las cosas no están como las describen nuestros gobernantes.
San Agustín de Hiponia consideraba que el presente está en el filo de la navaja entre el pasado y el futuro, lo cual parece evidente. Por el contrario, William James autor del pragmatismo sostuvo que el tiempo es aquello que percibimos inmediatamente e incesantemente.
Fyodor Scherbatskoy concluyo que todo pasado y todo futuro es irreal, todo aquello que se imagine, o que este alejado, o este en la mente, también es irreal, deduciendo que solamente es real el momento presente, físico y efectivo, es decir, la casualidad.
El presentismo parece ser la filosofía de nuestros políticos actuales, ya que viven en la creencia de que únicamente existen los eventos del presente, convencidos ellos en su ignorancia que los eventos del futuro y del pasado son irreales, en pocas palabras, lo que existe, existe en el presente.
Como desconocen todo, ya que muchos de ellos pasaron por escuelas con pocos requisitos, y alcanzando un puesto de elección popular ya sienten que son licenciados o ingenieros, creen pensar que saben, y para ellos las entidades “pasado” y “futuro”, deben, por tanto, ser consideradas como pensamientos lógicos o ficciones, muchos de ellos no aprobarían un examen de primaria.
El quehacer político bajos los argumentos anteriormente presentados, este marcado por lo que se denomina el presentismo. Ya que la vida es tan rápida, generando la impresión de que todo urge, negando la oportunidad de repasar lo que ha ocurrido anteriormente, mucho menos tener la calma para construir con frialdad el futuro deseable.
Por eso mismo al desconocer la historia y no tener visión de futuro, se contradicen todos los días.
Como bien escribiría Santayana: individuo y sociedad que no conocen su historia, están condenados a repetirla. Independientemente del prisma con el que se vea.
Epílogo: El presentismo en la mitología hindú, se puede encontrar como los Dioses castigaron a la sociedad desobediente sometiéndolos a la condena de una prisa eterna, lo cual caracteriza al siglo actual, basta ver la facilidad del acceso a la información, en los datos, en la comunicación, en las noticias, al deducir que hoy el problema no es el acceso a dicha información, sino el tener la capacidad de purgar dicha información y procesar sólo la confiable.




