- El asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, resultó aún más turbio de lo que se conocía.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
CIUDAD DE MÉXICO.- El asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, resultó aún más turbio de lo que se conocía: durante la audiencia de imputación en el Penal del Altiplano, autoridades federales confirmaron que el crimen organizado tenía un informante dentro del equipo más cercano del edil, mientras que el adolescente reclutado como sicario fue ejecutado por el entonces director de la Policía Municipal, aun cuando ya estaba sometido y desarmado.
La Agencia de Investigación Criminal (AIC) reveló que Jorge Armando “N”, presunto autor intelectual del atentado, recibió información en tiempo real a través de un chat telefónico en el que coordinaba el ataque. En uno de los mensajes del infiltrado se reportaba incluso la ubicación del alcalde durante el Festival de las Velas: “Vamos retrasados porque anda el Presidente repartiendo velas”, detalla el informe.
A esta revelación se suma la reconstrucción forense sobre la muerte de Víctor Manuel “N”, un joven de 17 años reclutado como tirador. De acuerdo con los peritajes presentados en la audiencia, el menor ya había sido sometido cuando Demetrio “N”, director de la Policía Municipal, tomó la pistola del piso y disparó directamente contra él, pese a que la amenaza había cesado.
El ex mando aseguró inicialmente que disparó desde “metro y medio” de distancia, pero los estudios balísticos contradicen su versión. Videos y testimonios confirman que el adolescente soltó el arma tras un forcejeo y quedó neutralizado antes del disparo fatal.
Un paramédico que declaró en la audiencia señaló que los escoltas impidieron brindarle atención médica al joven, y que solo pudo acercarse cuando intervino la Guardia Nacional, aunque Víctor Manuel ya no tenía signos vitales.
Días después del ataque, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla reconoció públicamente que el tirador había sido detenido con vida, y que ahora se investiga por qué fue abatido en el lugar:
“Al homicida lo detienen y momentos después hay un forcejeo, y hay un solo disparo que lo abate”, dijo.
La ejecución del alcalde ocurrió a pesar del perímetro de seguridad integrado por 14 elementos de la Guardia Nacional y los ocho escoltas de su primer anillo de protección. El atacante logró acercarse entre la multitud, hirió primero a un civil identificado como Félix —quien se tomaba una fotografía con el edil— y luego disparó seis veces contra Manzo.
El adolescente intentó escapar, pero fue asegurado casi de inmediato. Entre golpes, gritos y confusión se escuchó el disparo que terminó por matarlo.
La Fiscalía estatal confirmó que el grupo criminal que planeó el atentado se coordinaba mediante mensajes cifrados en la aplicación Threema, y que el infiltrado actualizaba cada movimiento del alcalde durante el evento público.
Jorge Armando “N”, alias “El Licenciado”, permanece recluido en el Altiplano, y se prevé que en la próxima audiencia enfrente nuevas imputaciones derivadas del avance de la investigación.
Por el caso ya fueron detenidos siete integrantes del equipo de seguridad del alcalde, acusados de omisión deliberada y ejecución extrajudicial.




