- Especialistas señalan que autoridades mexicanas se subordinan a lo que quiere Estados Unidos en tema migratorio.
RUBÉN TORRES
CANCÚN. Q. ROO.- Especialistas en tema migratorio consideraron que Estados Unidos y México están más preocupados por una tercera oleada de Covid-19 que en una política para resolver el problema de la migración.
Y lo peor, dicen, es que autoridades mexicanas se subordinan a los lineamientos que trazan desde Estados Unidos —para contener el flujo migratorio de Centroamérica que fluye por los estados del sureste y se estaciona en la frontera norte— con tal de recibir un mayor número de vacunas contra el Covid-19 por parte del gobierno estadounidense.
“No es lo mismo el migrante que pasa por Quintana Roo, Campeche o Yucatán —donde algunos se quedan a residir o en empleos temporales— que continuar la travesía hacia la frontera norte con destino a Estados Unidos, siendo víctimas del crimen organizado o trata de personas”, aseveró Gustavo Mohar, presidente del Grupo Atalaya.
“La impunidad que está prevaleciendo en el norte del país, donde son expulsados 250 migrantes al día mayoritariamente centroamericanos, que no repatriados hacia la garita San Ysidro-Tijuana, es clara señal que nuestro país está sometido a la política migratoria represiva estadounidense”, añadió Adela Navarro, directora del semanario Zeta.
“No es que la migración mexicana haya disminuido, sino que la situación de inseguridad y violencia en Honduras, Guatemala, Nicaragua y El Salvador han generado las caravanas centroamericanas, aunque igual hay sudamericanos, y se agrava ahora por la crisis sanitaria del coronavirus”, sostuvo Andrew Selee, directivo de “Migration Policy Institute”.
Todos ellos participaron en el seminario “Las fronteras de México: Migración, Violencia y Fricción Política”, organizado por “Causa en Común”, donde participó su fundadora, María Elena Morena, quien expuso que “México siempre ha estado sometido en política migratoria o amenaza de muros, y hoy lo hace por vacunas contra el Covid-19”.
Gustavo Mohar comentó que, en momentos de crisis sanitaria y económica, no sólo de México sino a nivel global los gobiernos involucrados en crisis migratorias deben aprender a “administrar la oleada, porque muchos de ellos huyen por las condiciones de violencia, anhelos de mejorar su vida o llegar a Estados Unidos”.
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