- Para Jaume Balagueró fue un reto combinar un robo con una final de futbol en una misma trama y lo logró en ‘Asalto a la Casa de Moneda’.
MARIO ABNER COLINA / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO. – Es la distracción perfecta. Decenas de miles de personas, alrededor de la Plaza de Cibeles en Madrid, viendo en pantallas gigantes la final del Mundial Sudáfrica 2010: España contra Holanda.
Con la atención del país puesta en un balón, el Banco de España y su mítica bóveda, con riquezas inconmensurables, parece vulnerable. Será el robo del siglo
Pero no es tan fácil. Thom (Freddie Highmore, de The Good Doctor, Bates Motel), un ingeniero prodigio, debe urdir un plan para sortear la cámara acorazada, presuntamente inexpugnable. Ésta, con un mecanismo de inundación, es una trampa mortal.
Asalto a la Casa de Moneda, que llega este jueves a cines, es un inusual thriller de atracos, pero también un drama de pasión futbolera y hasta una cinta de aventuras, opina por teléfono su director, Jaume Balagueró.
El oro se junta con los goles de Andrés Iniesta, viejos galeones y hasta historias del corsario Francis Drake.
“El reto más grande fue reconstruir ese momento histórico y que fuera creíble. Se reunían 700 mil personas para ver en directo los partidos del Mundial.
“Tuvimos que cerrar el centro de Madrid y traer miles de figurantes para llenar la plaza y rehacer el evento”, recuerda el español.
Para Balagueró (REC), quien ha consagrado su carrera al género del terror, no supuso ningún trauma, asegura, meterse en terrenos desconocidos. Se trató de ejercitar músculos dormidos.
“Cuando leí el guión, cuando leí cómo entran en la cámara acorazada en lo que dura un partido de futbol, me sentí atrapado, fascinado”, explica.
“Y no soy aficionado al futbol. He hecho una película de futbol, de alguna manera, sin ser aficionado”, agrega.
El rodaje, en 2019, tuvo lugar en sitios específicos del mismísimo Banco de España. La mayor parte, sin embargo, fue en otro edificio señorial: el Instituto Cervantes, justo al cruzar la calle.
Para Balagueró, Asalto a la Casa de la Moneda no es una película de robos al uso, e igual de atípicos ve a sus personajes. El Thom de Highmore es un chico que, ante la perspectiva de una carrera lucrativa pero aburrida, acepta la llamada de la aventura. Y el Walter que encarna Liam Cunningham (Game of Thrones), líder del comando, no es un vulgar ladrón. Balagueró lo observa como un hombre crepuscular que ve el reto como algo romántico.
Tanto Highmore como Cunningham son dos “delanteros” actorales por los que cualquier director suspira. También de los que imponen. Pero el realizador, quien jugó de local, les encontró el modo y sacó provecho.
“Trabajar con Freddie fue maravilloso. Habla español perfectamente. Vivió en España durante unos años y se sentía supercómodo con el equipo. Es un gran actor.
“El rodaje con Liam fue una lección para mí. Es un enorme actor, casi estaba dirigiendo la película y yo no dejaba de admirar con qué matiz sorprendía en cada momento”.Infeliz coincidenciaLa tercera temporada (2019) de La Casa de Papel mostró también una incursión al Banco de España y su bóveda. Todo con otro desarrollo y resolución. Sin embargo, Balagueró lamenta la coincidencia.
“Ni siquiera soy espectador de la serie, salvo algunos capítulos esporádicos. La película no tiene nada que ver. Es otro tono, otra historia. Lo único es el emplazamiento: el Banco y la idea de entrar.”Cuando los guionistas comenzaron a escribir esta historia, La Casa de Papel ni siquiera existía. Cuando estábamos en preproducción, ellos rodaron la tercera temporada. Fue un disgusto”, acepta.
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