POR KUKULKÁN
LOS MAPACHES de Cozumel están en peligro de extinción del ecosistema local. También del terreno político. Especie endémica de la Isla de las Golondrinas, los también llamados mapaches enanos o Procyon pygmaeus, según la definición científica, los pocos que quedan en el área natural protegida Laguna Colombia del Parque Ecoturístico Punta Sur, están en programa de recuperación a cargo de alumnos del Instituto de Ecología y de la Universidad Autónoma del Estado de México, con el objetivo de proteger y perpetuar la especie.
EN LO POLÍTICO, los mapaches —o lo que queda de ellos— están de regreso en Cozumel. El patriarca omnipresente, Félix González Canto, vuelve renovado, no como priista, para pretender influir y operar desde las filas del partido del tucán, aliado con Jorge Emilio González Martínez “El Niño Verde”, en la designación de la candidata de Morena Mara Lezama (hasta ahora mejor posicionada) y de esa manera recuperar el poder perdido hace cinco años por la estela de corrupción que dejó durante su maximato de once años.
LA PROPIA alcaldesa de Benito Juárez, lo invitó a su toma de protesta como presidenta municipal reelecta y se tomaron la foto, ampliamente difundida por las redes sociales oficiales del ayuntamiento cancunense sin medir el costo político que el día de mañana tendrá esa imagen, contradictoria y hasta inconsecuente con los principios de la Cuarta Transformación de acabar con la Mafia del Poder que se resiste a perder los privilegios obtenidos desde el poder para seguir saqueando al estado a través de negocios particulares ilícitos.
EN 46 AÑOS de vida constitucional del estado libre y soberano de Quintana Roo, Félix González se convirtió no sólo en el gobernador que hipotecó las finanzas públicas del estado por tres décadas, con un injustificado endeudamiento de casi 21 mil millones de pesos, sino también le tocó enterrar electoralmente al PRI, partido que lo llevó a gobernar el estado en 2005, le permitió imponer como su sucesor a Roberto Borge Angulo y en 2016 todavía le permitió poner a Mauricio Góngora Escalante como candidato priista a la gubernatura. Fue derrotado por Carlos Joaquín González, quien renunció al tricolor y desde la alianza PAN y PRD doblegó al líder del maximato.
MEGALÓMANO, cínico, todo el mundo gira en torno a él, Félix González regresa por venganza, quiere cobrarle a Carlos Joaquín la persecución y activación de procesos penales en contra de prácticamente todo su equipo de colaboradores; a excepción de Borge Angulo, actualmente preso en un penal federal, la mayoría pisó la cárcel temporalmente, entre ellos el candidato derrotado Góngora Escalante. Son varios los que enfrentan juicios, unos andan prófugos todavía, otros además del encierro repararon el daño económico.
PARA el felixismo, el joaquinismo vino a romper sus planes de expansión en el poder por lo menos tres sexenios; a un año de concluir el mandato de Carlos Joaquín sus enemigos tienen sed de sangre pues no sólo le reclaman arrebatarles el poder del estado, sino entregárselo anticipadamente al presidente Andrés Manuel López Obrador para que él decida al sucesor. Si no la apoya, al menos al gobernador quintanarroense no le desagrada la alcaldesa Mara Lezama como candidata para la gubernatura, aunque todavía falta que se decida si por equidad de género a Quintana Roo le corresponde mujer y que al final del proceso ella resulte electa.
ADEMÁS de albergar como especie endémica a los mapaches pigmeos, Cozumel ha mostrado su vocación para producir también gobernadores, aquí tienen sus orígenes cinco de los ocho que han gobernado el estado: Pedro Joaquín Coldwell, Miguel Borge Martín, Félix González Canto, Roberto Borge Angulo y Carlos Joaquín González. Aunque no fue requisito, nada más coincidencia y las coincidencias son las cicatrices del destino, los cuatro primeros nacieron, vivieron su infancia, ahí crecieron y se desarrollaron en la céntrica Calle 2, sobre la misma acera Este, zona que alberga varias fortunas a punto de la extinción… pero de dominio.
