- La Sedena activó el Plan DN-III-E con el que destinará recursos para repartir agua en pipas en Nuevo León.
URIEL VÉLEZ / AGENCIA REFORMA
MONTERREY, NL.- Por primera vez desde que se agravó la sequía en Nuevo León a mediados de marzo, la Sedena activó el Plan DN-III-E con el que destinará recursos para repartir agua en pipas y estimular lluvias con el avión King Air.
El Ejército informó que el Plan se activó en fase de auxilio, que se implementa cuando hay una emergencia provocada por un agente destructor, como un huracán.
“Con motivo de la problemática que se vive actualmente en el estado de Nuevo León”, precisó la Sedena en un comunicado, “el Ejército y la Fuerza Aérea aplicarán el Plan DN-III-E, mediante el empleo del avión King Air estimulando las nubes y provocando lluvias, así como por medio de vehículos cisterna repartiendo agua en las colonias más afectadas”.
Las primeras tres de 10 pipas que se sumarán al programa llegaron ayer a la Ciudad, y una de ellas recorrió calles de la Colonia CROC, en el norponiente de Monterrey, uno de los sectores más afectados por los cortes de agua.
La Vocería del Ejército detalló que las unidades abastecerán de agua a los sectores más vulnerables de la zona metropolitana hasta el 31 de agosto.
Se informó que las pipas con capacidad de 10 mil litros extraerán el líquido directamente de los hidrantes de Agua y Drenaje distribuidos en la zona metropolitana.
Además, el avión King Air B-350i aterrizó ayer en la Base Aérea Militar Número 14 y por la tarde realizó el primer vuelo para estimular precipitaciones.
“La aeronave realizó un vuelo de aproximadamente dos horas sobre Presa ‘La Boca’, en Santiago, descargando 100 litros de yoduro de plata, obteniendo resultados satisfactorios al provocar precipitaciones en el área sobrevolada”, detalló la Sedena.
“El avión realizará vuelos de estimulación de nubes del 19 al 31 de julio, dependiendo de las condiciones meteorológicas”.
Las acciones implementadas por el Ejército se dan luego de que el Gobierno estatal advirtió que Nuevo León entró en la etapa más crítica de la sequía, tras perder la Presa Cerro Prieto, que tiene menos del 1 por ciento de llenado.
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