- Además de la operación del Tren Maya, también se prevé que esta empresa vigile los aeropuertos de Palenque, de Chetumal y el nuevo de Tulum.
DALILA ESCOBAR
CIUDAD DE MÉXICO.- La obra del Tren Maya quedará a salvo de cualquier intentona ‘conservadora’ con la creación de una empresa a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) como única propietaria y operadora del mega proyecto
“Es para proteger de que no vayan a venderlo”, alertó el mandatario federal en su mañanera de este martes.
–¿Por qué quiero que haya una empresa de la Secretaría de la Defensa que sea la encargada de operar y administrar el Tren Maya, los mil 500 kilómetros?–, preguntó el mandatario federal.
“Lo primero es porque no quiero que se vaya a privatizar en el futuro y toda esa inversión pública, todo eso que es del pueblo, pase a manos, como lo han hecho, de particulares”, respondió.
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Inclusive mencionó que si se queda en manos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes o del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), “a la primera arrebatan”.
Por lo mismo, confió en que lo anterior no pasará si el proyecto queda a cargo de una institución como la Sedena, esto garantiza además que se establezcan costos de pasaje justos, así como que las utilidades se destinen al pago de pensiones y a la seguridad social de los jubilados de las Fuerzas Armadas y de los trabajadores al servicio del Estado.
“O sea, todo eso, pero fundamentalmente es para proteger. Es que son depredadores, corruptos”, enfatizó.
Además de la operación de la ruta del Tren Maya y sus estaciones, el Presidente también prevé que esta empresa vigile los aeropuertos de Palenque, de Chetumal y el nuevo de Tulum.
Otros desarrollos en el sureste mexicano que el presidente también planea blindar mediante las Fuerzas Armadas, es el relacionado con el istmo, los dos puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, así como la modernización de la vía del ferrocarril.
“En el caso del Istmo, ¿qué empresa va a manejar los ferrocarriles de pasajeros, los puertos? Una empresa vinculada a la Secretaría de Marina. No quiere decir de que no puedan darle marcha atrás, pues sí, pero, como decía el presidente Juárez, que les cueste más, que avancemos para llegar más lejos, de modo que —toco madera— si vuelven estos corruptos, que les cueste trabajo dar marcha atrás”, aseguró.
Expuso estos casos en el contexto de lo que sucedió con anteriores administraciones: “¿Qué hicieron estos corruptos? Acabaron con los ferrocarriles, que eran parte de la historia de México, 150 años de ferrocarriles los acabaron en un abrir y cerrar de ojos, se acabaron los trenes de pasajeros”, señaló.
El mandatario federal relató que “había trenes de pasajeros, se podía ir desde aquí hasta Valladolid en tren y desde aquí hasta el norte y a Guadalajara, y desde luego a la Laguna, a todos lados, 25 mil kilómetros de vías férreas y trenes de pasajeros, y Zedillo los acabó todos, los entregó a dos empresas y todavía terminó su gobierno y él se fue a trabajar de asesor a una de esas empresas extranjeras. Yo no quiero ya eso”.
El tema lo propuso en medio de su decisión de que mediante un acuerdo o decreto se logre la adscripción de la Guardia Nacional a la Sedena, “para que se le dé estabilidad en el tiempo y no se corrompa, y siga cumpliendo con su función de garantizar la seguridad pública. Es algo parecido a lo que estoy promoviendo en el Tren Maya y en los aeropuertos”.
Esta descripción también se da en el contexto del decreto que emitió el Ejecutivo Federal para declarar de seguridad nacional la obra del Tren Maya y así dar marcha atrás a los amparos promovidos contra la construcción y que derivaron en suspensiones provisionales y definitivas que detuvieron la obra al menos dos meses.
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