- En el 2022, las exportaciones mexicanas de reses a Estados Unidos cayeron 29 por ciento anual, su mayor baja desde el 2013.
MOISÉS RAMÍREZ / AGENCIA REFORMA
MONTERREY, NL.- En el 2022, las exportaciones mexicanas de reses a Estados Unidos cayeron 29 por ciento anual, su mayor baja desde el 2013, debido a los estragos que ocasionó en los hatos la severa sequía registrada en los estados del norte del País, principal zona autorizada para exportar a ese mercado.
Y para el 2023 existe la posibilidad que las exportaciones vuelvan a caer de confirmarse los pronósticos de bajas precipitaciones, reconocieron ganaderos mexicanos.
Estados Unidos es el principal mercado de las exportaciones mexicanas de becerros y del 2021 al 2022 esos envíos bajaron de un millón 82 mil a 769 mil cabezas, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
En términos de cabezas, la exportación del 2022 fue la más baja desde el 2016, pero en términos relativos es la segunda más profunda luego de la registrada en el 2013, cuando, también por los efectos de la sequía, los envíos se desplomaron 43 por ciento.
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Adrián de la Garza Tijerina, presidente de la Unión Regional Ganadera de Nuevo León, explicó que la falta de lluvias afectaron la producción de pastizales y la recarga de presas y pozos en los estados del norte de México.
Lo anterior, añadió, llevó a que las vacas no tuvieran una adecuada alimentación, afectando sus condiciones físicas para reproducirse.
Detalló que de los 10 estados mexicanos autorizados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) para enviar reses a ese país Chihuahua, el mayor exportador de reses, fue el que presentó la mayor caída en sus exportaciones, de 30 por ciento anual.
“El año pasado en los estados del norte hubo seca y por lo mismo hubo menos producción de becerros y eso fue la principal razón que afectó a la exportación, cuando hay sequía las vacas no están en condiciones para reproducirse.
“Y este año ojalá que nos llueva porque pinta peor, esto más la sequía que se está anticipando también para la zona sur de Estados Unidos han hecho que el precio del ganado suba, por lo que pudiera darse el caso de que haya buen precio para exportar, pero que no tengamos suficientes reses para enviar. Es un riesgo”.
De la Garza Tijerina refirió que en menor medida la exportación de becerros del año pasado también se debió al precio competitivo que pagaron las engordas de reses en México.
Esto en razón de elevar la calidad del ganado para producir carne y en consecuencia atender mejor los mercados de exportación que están abasteciendo.
“Muchas engordas, como traen mercados de exportación buenos y que pagan los cortes finos caros, entonces están comprando ganado de mejor calidad pagando precios competitivos con los de exportación.
“Y entonces el productor de reses prefiere mejor vendérselos en lugar de meterse en los trámites para exportar y esa es otra causa de que se hayan enviado menos reses a Estados Unidos”.
Sobre ese país, enfatizó en la escasez de becerros que enfrenta y de la necesidad que tendrá de importar ganado.
El USDA estima que este año Estados Unidos importará 2 millones 50 mil cabezas, 25.4 por ciento más que en el 2022.
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