POR JOSÉ LUIS CARRILLO RAMOS
Hace apenas unos días, luego de la confirmación oficial de la llegada de Tesla a Nuevo León, cuando el gobernador Samuel García, gritó a los cuatro vientos: “Monterrey se habla de Tú con las principales ciudades del mundo”.
No obstante, unas horas después, una vez más, los hechos superaron a los dichos, cuando una gran nube tóxica invadió millones de hogares regiomontanos, transportando con ella fétidos y nauseabundos olores que generaron severas molestias respiratorias a millones de ciudadanos.
Millones de ciudadanos empezaron a exigir a las autoridades ambientales una explicación a este fenómeno, recibiendo como única respuesta que “cerraran puertas y ventanas”, ya que ignoraban el origen del severo fenómeno atmosférico.
Inexorables olores a gas áspero y picante, vaya hasta a “huevo podrido” y “orines de gato” fueron las definiciones dadas por ciudadanos molestos por lo que padecían; mientras que el gobernador, sumamente activo en sus redes sociales hizo “mutis” de este tema, para seguir celebrando la llegada de Tesla y el nacimiento de su primogénita.
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Me pregunto; ¿Si este fenómeno sucediera en Toronto, Washington, Roma, Estambul, París, Estocolmo, o cualquiera de las ciudades con las que ahora Monterrey se habla de “Tú”; según el gobernador de Nuevo León, sus autoridades tardarían días para informar formalmente del origen?
En redes sociales, de inmediato fue evidente la estrategia de marketing, operada por el equipo estatal, buscando implementar la famosa “caja china”, al sembrar “teorías de la conspiración”, como las siguientes:
Teoría de la conspiración uno:
Un operador de transporte de desechos de letrinas que “abrió” las válvulas y anduvo derramando su “preciada” carga por toda la zona metropolitana, por cierto, pasando inadvertido por todos los cuerpos de seguridad y tránsito.
Teoría de la conspiración dos:
Los olores tóxicos, pudieron emanar del Cerro del Topo Chico, mismo que, como ahí son famosas las aguas minerales, entonces, en “automático” lo convierte en un volcán, y no hablo del estadio Universitario.
Teoría de la conspiración tres:
Fueron los olores a “orines de gato” de los sanitarios del estadio de la UANL.
Teoría de la conspiración cuatro:
El gato se “orinó” en la “bacinica” que es el estadio de los Rayados de Monterrey (por aquello de la forma del inmueble)
Es obvio que esa estrategia digital fue contraproducente, ya que unos días después de los hechos, los ciudadanos siguen exigiendo respuestas serias y no “bolas de humo”.
Lo único oficial y aceptable es el anuncio de la Comisión Nacional del Agua, quien ha confirmado lo que muchos han constatado y denunciado; el sistema de drenaje sanitario del área metropolitana de Monterrey está colapsando, por el incremento exponencial en sus residuos y el nulo mantenimiento estatal a la red.
Por ello resulta divertida y entendible, la “derrapada” tenida por el gobernador de Movimiento Ciudadano, quien, a las primeras horas de los hechos, responsabilizó a Petróleos Mexicanos, echándole “la caballada” a la refinería de Cadereyta, a pesar que horas antes, protección civil, dependencia a su cargo, lo había descartado.
Como si no existieran otras fuentes importantes de contaminación como las acereras o las odiadas “pedreras”, sin embargo, al ser propiedad de grupos empresariales de renombre, nadie en el gabinete naranja, las toca, ni con “el pétalo de una rosa”
No obstante, horas más tarde y “tres Doritos después”, como dijera la Raza; García se desdijo y hasta llenó de lisonjas a la misma refinería, que poco antes había satanizado; asegurando que “cumple “ con todas las normas ambientales, descartando exigir al presidente Andrés Manuel López Obrador su reubicación.
¿Será que alguien desde la CDMX, o Tabasco, le llamó al gobernador de Nuevo León para decirle: “Oye Samuel, no la chifles que es cantada”?
Mientras tanto, ahora en esta entidad del Noreste de México, sigue faltando el agua, siguen sin llegar los “miles” de unidades de transporte urbano prometidas, los feminicidios no se esclarecen y la Inseguridad no cesa.
Y ahora ya abundan también los olores fétidos, cual cámara de gas de color naranja.
Todo esto, a casi dos años de haber asumido la gubernatura de Nuevo León.
Como siempre lo he reiterado:
Los hechos siempre superan a los dichos.
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