- La muerte de 38 migrantes en una estación provisional del INM derivó de la falta de protocolos para intervenir en casos como amotinamiento.
PEDRO SÁNCHEZ BRIONES / AGENCIA REFORMA
CIUDAD JUÁREZ, Chihuahua.- La muerte de 38 migrantes en una estación provisional del INM derivó de la falta de protocolos para intervenir en casos como amotinamiento.
Aunque fue una redada la que detonó que un grupo de extranjeros prendiera fuego a las colchonetas, las fallas para contener la situación fue lo que concluyó en el deceso de decenas de personas.
“Claro que hubo fallas. No hay protocolos en casos como este. Por ejemplo, tampoco hay un protocolo de qué hacer en caso de que rompan un cristal”, dijo un funcionario cercano a la investigación.
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Además, reveló, sólo una agente del INM estaba asignada a esa área y era la única que traía las llaves.
Sin embargo, salió a realizar otras labores, que no le correspondían, en otra área del mismo instituto.
De acuerdo con el funcionario, cuando regresó se dio cuenta de la situación, por lo que sacó primero a las mujeres, cuyo espacio está más cercano a la puerta.
El espacio, según refirió, es de unos 15 por 20 metros, en el que caben unas 60 personas.
Mientras que el espacio para varones es más grande, como una especie de salón, y que fue el que un grupo de migrantes, presuntamente venezolanos, prendió fuego a las colchonetas.
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