- Cristina Torres, secretaria de Gobierno, señaló falta de acciones para enfrentar la inseguridad en la administración de Carlos Joaquín.
MARCO ANTONIO BARRERA
CANCÚN, Q. ROO.- El abandono de gobiernos estatales por atender las causas para recomponer el tejido social, dejar de promover la preparación y capacitación de los agentes y la falta de acciones para impulsar la inteligencia policial abonó a un terreno fértil sobre el cual creció la inseguridad y la corrupción, hasta llegar a los niveles que padecen los quintanarroenses.
Para la secretaria de Gobierno Cristina Torres hubo también falta de acciones del Mando Único para “trabajar la tierra” con acciones de proximidad que pudieran prevenir la generación de los delitos, lo cual causó que los problemas fueran creciendo y las condiciones se endurecieron.
Al gobierno de Mara Lezama Espinosa toca enmendar lo que no se hizo o estuvo mal, aunque enfrenta también las consecuencias sociales heredadas para corregir el rumbo y avanzar en la dirección correcta.
La funcionaria reconoció que las condiciones de inseguridad que se padecen no aparecieron de la noche a la mañana ni tampoco así se resolverán.
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Torres Gómez comentó en entrevista con Luces del Siglo que el Centro de Coordinación, Comunicación, Control, Comando y Cómputo (C5), el que se vendió como el más avanzado de América Latina, se recibió con instalaciones de obra de infraestructura bastante buena, pero sin la tecnología que requiere el estado.
“Tenemos pantallas, tenemos visibilidad en las cámaras, pero de ahí todo el software que debe acompañar a eso es inteligencia, un software más allá del lector de placas no cuenta la Policía”.
Al C5 le hace falta la base de datos que se debería tener, como también la inteligencia tecnológica para procesarla. “Se dedicaron simplemente a acudir a los llamados de emergencia”.
Hoy la única búsqueda automatizada es la lectura de placas vehiculares, pero toda la demás la hacen personas, de manera manual, y están propensas al error humano.
El objetivo es hacer las cosas diferentes para que se nutra la base de datos y se incorpore innovación tecnológica y se vincule la información para dar resultados.
Así habrá un menor margen de error y se tendrá una capacidad de respuesta prácticamente inmediata, “esa es la diferencia”.
Para cimentar la estrategia en materia de seguridad pública primero hizo un análisis real para saber la situación en que se encontró el estado y saber las causas de que la violencia se haya recrudecido en algunos puntos.
A pesar de que se llenó de cámaras de videovigilancia, primero hay que determinar dónde están los sectores y las zonas generadores de violencia y donde se padecen.
La adecuación del marco normativo se dio con la reciente promulgación de la nueva Ley de Seguridad Pública del Estado de Quintana Roo, con la cual se pretende actuar y avanzar en la dirección correcta, porque la labor de la Policía no es únicamente detener al que infringe la ley sino se debe atender el problema con una visión integral.
Desde esta nueva óptica se contemplan tres aristas fundamentales, cuyo eje central es poner al ciudadano en el centro de las cosas y a partir de sus necesidades comenzar a construir una corporación que actúe y que sirva de manera diferente.
En la citada Ley se establece la creación de la Policía de Investigación e Inteligencia que nutra la base de datos para que corra sobre el mencionado software, y la creación de la policía de proximidad social, la cual escuche a los ciudadanos y resuelva lo que se quiere y se espera de la policía estatal.
Estos agentes estarán en contacto con su zona, con conocimiento para dirigirse a las personas, conocerán la problemática de cada lugar del que tienen un arraigo y no serán indiferentes ante situaciones que pongan en riesgo o peligro la integridad de las personas y de su patrimonio.
El objetivo es tener una corporación cercana a las personas, que resuelva y prevenga, con elementos capacitados listos para responder y que no caigan en situaciones de corrupción.
“Que cuando se le busqué estén, eso es generar cercanía, que genere confianza, y eso se logra evitando la corrupción. Para que la puedan respetar necesitamos una policía digna”.
La segunda premisa es que los elementos se sientan orgullosos de la institución a la que pertenecen, lo que se impulsará con una carrera judicial donde se fomente y se reconozca la preparación académica.
Se plantea la creación de la Universidad de Ciencias y Disciplinas de la Seguridad de Quintana Roo con un área de ciencias forenses que nutra a la Policía de Investigación, cuyo trabajo permitirá saber la forma en que se está combatiendo al crimen.
Se atenderá el tejido social en esos espacios donde se genera violencia con oportunidades a los jóvenes y brinde certeza de la forma en que se está combatiendo el crimen.
El propósito es tener una Policía capacitada, igual que ocurrirá con una nueva Policía de Caminos cuyos elementos tendrán el perfil necesario para que su trabajo sea efectivo, que conozcan lo que se requiere en los espacios donde estarán.
Los elementos destacados en la zona maya deberán hablar la lengua originaria, con la preparación suficiente para entender, comprender y atender la zona, o los que auxilien a los visitantes en las zonas turísticas que aprendan y tengan un buen nivel de conocimiento del inglés como idioma universal.
Igualmente, que el policía pueda ascender y sentirse orgulloso y acceda a estímulos, como un sistema de recompensa salarial y de seguridad social.
“Hay la garantía de que el policía y su familia cuenten con la seguridad social indispensable. Antes, eso era motivo para que cayeran en corrupción” pero ahora el gobierno del estado busca eliminar todos esos obstáculos.
El objetivo es salvaguardar la integridad y el patrimonio de las personas, prevenir la comisión de delitos del fuero común y preservar las libertades públicas, el orden y la paz social, pero sustentada en la recuperación de la confianza ciudadana.
