- Claudia Sheinbaum declaró de manera abierta que competirá formalmente por la candidatura de Morena a la presidencia de la República.
ALEJANDRO LEÓN / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Al exterior se repetía una imagen típica en el Zócalo: manifestantes frente al edificio de gobierno de la Ciudad de México esperando bajo el sol para ser escuchados por funcionarios.
Dentro del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, protagonizaba una escena que muchos intuían, pero que hasta apenas se formalizó.
La mandataria bajó por la escalinata y caminó hacia el patio donde fue montado un estrado.
Ahí le esperaba su gabinete. Todos los titulares de las dependencias de gobierno se pusieron de pie para recibirla con aplausos. Ella caminó hasta cada uno de ellos para saludarlos y tomarlos por los brazos.
Conforme fueron acomodados, el secretario de Gobierno, Martí Batres, quedó a la derecha de la mandataria, mientras que, a su lado izquierdo, Luz González, titular de Finanzas.
Sonriente, Sheinbaum tomó la palabra en el micrófono y apenas pasaron 32 segundos para que anunciara su adiós como jefa de gobierno.
“Quiero informar que he tomado la decisión de separarme del cargo de forma definitiva el 16 de junio del presente, con el fin de llegar a ser la primera mujer en la historia de México en encabezar los destinos de la nación y de dar continuidad —con sello propio— a la gran obra de transformación iniciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador”, leyó.
La administración de la morenista inició el 5 de diciembre de 2018 y estuvo marcada, principalmente, por tres momentos: la pandemia, que empezó en 2020; el desplome de un tramo de la Línea 12, en mayo de 2021; y las elecciones de junio de ese mismo año, que dejaron a la oposición con 9 de las 16 alcaldías.
Fue justo tras estos comicios que cambió su estrategia política para tener más presencia nacional. Una campaña anticipada —a decir de sus críticos— que ya dejó de esconderse. Sheinbaum aseguró que al principio había planteado que no era necesario dejar el cargo para competir en las encuestas que definirán al candidato de la 4T, pero que iba a respetar la decisión que tomó la dirección del partido.
En adelante, su discurso se convirtió en autopromoción. Aseguró que es la mejor posicionada en las encuestas para ser la candidata de su partido y se recargó en tres aspectos: que los mexicanos están “muy dispuestos” a tener una mujer en Palacio Nacional, en su perfil y que lucha desde los 15 años por los derechos.
“Considero que soy la única persona que estará en la encuesta que proviene de una carrera científica”, dijo.
También tocó temas susceptibles que le han hecho blanco de críticas, como asegurar que el Metro ha tenido una inversión histórica.
O dirigirse a los damnificados del sismo del 19 de septiembre de 2017, quienes en semanas recientes se han movilizado porque denuncian que la reconstrucción en la Capital está detenida y va en retroceso con la llegada del Instituto de Vivienda (Invi).
“Lo digo desde aquí a todos los damnificados, todas las obras a las que nos comprometimos, está el presupuesto asignado”, ofreció.
Al final, agradeció a los capitalinos y a su equipo de trabajo y adelantó que buscará darle continuidad a la Cuarta Transformación.
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