NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

DESDE mayo pasado entró en operación el programa estatal de vinculación comercial entre productores del sur de Quintana Roo y hoteleros del norte, con la primera venta de 108 toneladas de sandía para cubrir la demanda de huéspedes, una hazaña que se venía planeando desde anteriores administraciones pero quedó en el limbo y hoy está rindiendo sus primeros frutos: no sólo generó ganancias por casi 650 millones de pesos para campesinos de 15 comunidades del municipio de José María Morelos sino que fue el gran paso al nuevo modelo comercial que pretende esparcir la riqueza económica generada por los destinos turísticos hacia las zonas más desprotegidas de la entidad.

HACE una semana los productores del sur concretaron otra venta, está vez de 18 toneladas de limón, la operación se repetirá antes de que concluya agosto y continuará hasta fin de año con otros productos hortícolas de la región como piña, papaya, melón o pitaya, según temporada. Por razones geográficas, de tiempo, de logística, de oferta y demanda o de indolencia gubernamental, la producción generada por poblaciones como San Felipe, Candelaria, Adolfo López Mateos, La Pimienta, Kankabchen, San Marcos, Kantermo, Cafetalito, Mariano Matamoros, Dziuche, El Triunfo, Gavilanes, San Diego, José María Morelos y La Presumida se terminaba vendiendo a pie de carretera o se ponía a remate de ‘coyotes’.

ESTÁ claro que la demanda diaria de productos alimenticios o mercancías de la industria hotelera seguirá requiriendo de proveedores externos por tratarse de grandes dimensiones, pero lo que se busca con este programa es abrir los canales de comercialización directa para que el beneficio final llegue a los productores quienes en consecuencia se han organizado para programar sus diferentes ciclos agrícolas con base en las necesidades de productos del campo de los grandes hoteles. El rol del gobierno ha sido tender los puentes de entendimiento para acabar con la apatía entre las partes.

DOTAR de los canales de comercialización directa a los pequeños productores del estado fue uno de los compromisos a cumplir por la gobernadora Mara Lezama Espinosa desde su toma de protesta y este programa de vinculación comercial entre norte y sur, se suma a la proyección de los mercados del bienestar que operarán en las 12 estaciones y paraderos con que contará el Tren Maya dentro del territorio quintanarroense, cuyo objetivo es cumplir la vieja demanda social de darle impulso comercial a los pequeños productores de las comunidades indígenas que sobreviven del autoconsumo, de la venta de excedentes de huertos y cultivos, de la fabricación de artesanías y prendas tradicionales de vestir, de la gastronomía tradicional y la agroindustria, y quienes por falta de canales de comercialización directa terminan malbaratando sus productos para beneficio de los intermediarios.

EL TAMAÑO del consumo de proveeduría de la industria turística en el estado está calculada en un valor de 12 mil millones de dólares al año, el 80 por ciento del abasto se concentra en la zona norte que incluye los municipios de Isla Mujeres, Benito Juárez, Puerto Morelos, Solidaridad y Cozumel, la mayor parte va para las grandes cadenas hoteleras que demandan desde materiales de construcción, decoración, textiles, calzado, joyería, alimentación y bebidas. Oportunidades hay, habían faltado las condiciones y la voluntad política.

@Nido_DeViboras