Por KUKULKÁN
LA MANZANA de la discordia política en Quintana Roo para el proceso electoral de 2024 será el municipio de Solidaridad, cuya cabecera es Playa del Carmen y el segundo destino turístico más importante del Caribe mexicano. No sólo supera en extensión territorial (2 mil 205 km2) y en kilómetros de playa a Benito Juárez, también es el corazón de la Riviera Maya que cuenta con 55 mil cuartos de hotel, casi 30 por ciento más que Cancún con 42 mil 400 llaves. Su aportación a la economía local ha ido en aumento y en ello contribuyen los negocios inmobiliarios que atraen tanto inversión nacional como extranjera que se traduce en flujo de dinero fresco para la población, generalmente en dólares.
EN EL TERRENO político, Solidaridad cuenta con el segundo padrón electoral más alto del estado (229 mil 306 electores), después de Benito Juárez (con 630 mil 987) según resultados de la elección de 2021 que llevaron a la panista Lili Campos a la silla principal del ayuntamiento, si bien como parte de un acuerdo político de alto nivel, también por los graves errores y rapiña de su antecesora la ‘morenista’ Laura Beristain Navarrete, quien fue derrotada en las urnas, aunque se garantizó una regiduría desde donde enfrenta procesos penales por diversos actos de corrupción. Para 2024, Morena quiere sacarse la espina de este tropezón y ha echado andar toda su maquinaria para lograrlo.
ENGAÑADA por su equipo de que, con su gris desempeño como alcaldesa, le alcanza no sólo para reelegirse sino hasta para convertirse en gobernadora en 2027, Lili Campos ha emprendido una guerra mediática soterrada contra la mandataria quintanarroense Mara Lezama Espinosa que le avizora a la alcaldesa joaquinista un rotundo fracaso y un futuro parecido al de su antecesora por los diversos negocios de corrupción que se siguen cometiendo en el ayuntamiento solidarense por el grupo del ex gobernador Carlos Joaquín González, la mano que mece la cuna en este boyante municipio.
OTRO motivo de la discordia es el presupuesto de egresos del ayuntamiento de Solidaridad que para 2023 alcanzó los 3 mil millones de pesos, entre ingresos propios y participaciones federales; las licitaciones públicas para obras y servicios, así como toda la tramitología para la construcción de grandes desarrollos inmobiliarios, así como toda la tramitología administrativa para la apertura de negocios comerciales que abren de par en par las puertas de la corrupción. Entre Laura Beristain y Lili Campos no existen diferencias en el estilo de gobernar, ambas llenaron la nómina municipal con familiares, amigos y personajes afines en diferentes áreas de la administración.
EL JOAQUINISMO pretende seguir controlando el manejo discrecional de esta bolsa presupuestal para financiar sus pretensiones políticas, como en su momento lo hiciera el ex gobernador Roberto Borge Angulo que después de su gestión, él y sus colaboradores cercanos, fueron financiados por las administraciones de los ayuntamientos de Isla Mujeres y Puerto Morelos, encabezados por los borgistas Juan Carrillo Soberanis y Laura Fernández Piña, ambos atrincherados en la inmunidad de sus escaños legislativos federales mientras enfrentan diversos procesos penales por corrupción a los que deberán responder ahora que concluya su gestión. En vez de poner sus barbas a remojar, Lili Campos le quiere jugar a Xóchitl Gálvez caribeña, pero sin la popularidad de esta.
