JOSÉ LUIS CARRILLO
Algunos ciudadanos gustan participar en diferentes ámbitos del saber humano. Vaya, casi todos, buscamos opinar de todo… ¡Aunque muchas veces no sepamos de nada!
WhatsApp Inc. formaliza su entrada al mercado global el 24 de febrero del 2009, precisamente en la misma fecha del cumpleaños de su creador; el empresario ucraniano, Jan Koum, y cuenta actualmente con más de dos mil millones de usuarios en el mundo.
Fuentes oficiales en temas cibernéticos, confirman que en México más de 80 millones somos usuarios frecuentes de esta aplicación tecnológica, y según la tendencia en dos años más, seremos más de 100 millones los “adictos” a esta herramienta comunicacional.
La mayoría de los especialistas coinciden en que WhatsApp es un acrónimo en inglés de “What’s Up”, ¿Qué pasa? y “App”, aplicaciones.
¡Y de repente todos tuvimos WhatsApp, y más de repente los estrategas políticos y sus intereses, “invadieron” cualquier tipo de grupos de mensajería PRIVADA, para hacer propaganda!
Más barata, eficiente, aunque poco confiable, pareciera que los expertos en el arte de la persuasión, han encontrado en esta todavía novedosa aplicación tecnológica, un nuevo medio de comunicación, aprovechando las redes sociales de ciudadanos, muchos de ellos ajenos a la política.
Y como saben que estamos en momentos en los que importa más “PARECER” que “SER”, aprovechan las debilidades del comportamiento humano para obtener provecho comercial y político.
Honestamente, todos estamos en varios Grupos de “What’s” y nos encanta recibir todo tipo de mensajes propagandísticos y reenviarlos, sin tener la misma decencia de verificarlos, todo sea por aparentar que estamos “in”, vaya parecer que estamos “informados”…
Aunque muchas veces sea exactamente lo contrario, ¡Y no se diga cuando nos llegan encuestas! ¡Se nos cuecen las habas para aparentar a todos nuestros contactos que somos los PRIMEROS en tener esa información!
Sin darnos cuenta que somos nosotros mismos, los que les hacemos el “jale” a las empresas encuestadoras, mismas que no tienen la delicadeza de invitarnos un café. ¡Ya de perdido!
La paradoja; mientras más contactos tengamos, muchos de ellos que ni siquiera conocemos, y a más “grupos” pertenezcamos, más validados socialmente hablando y más “felices” nos sentimos; vacío espiritual interesante.
Hay grupos de todos tamaños y para todos los fines: políticos, escolares, promocionales, y hasta familiares; sin embargo, se empieza a generar un tema totalmente ilegal, me refiero a los que obligan a los empleados a participar en empresas, gobiernos y grupos políticos.
Además de fomentar la ciberdependencia, están acabando con la privacidad, obligando a tener empleados o “seguidores” durante 24 horas, los 365 días del año; acabando en modernas “dictaduras”.
Sin duda alguna, que en Nuevo León, los que han sacado máximo provecho a esta aplicación, son los estrategas y “dueños” de Movimiento Ciudadano, quienes “siembran” voceros en distintos grupos con dos fines doctrinarios básicos:
Defender todo lo que sea MC, Samuel García, gobernador de Nuevo León y Luis Donaldo Colosio, alcalde de Monterrey y ATACAR con todo, incluso llegando a extremos de “cepillar” o no “agregar” a figuras que no comulguen con su fanatismo.
Esos “porristas” virtuales han sido más evidentes ahora que existe la posibilidad de que ambos personajes, gozan de la “simpatía” y los “afectos”, ¿O intereses?, de Andrés Manuel López Obrador, para convertirse, uno de ellos, en candidato a sucederlo en el cargo, por parte de MC.
En grupos de “What’s”, totalmente ciudadanos; nada que ver con medios de comunicación, o grupos políticos, sus miembros están INDIGNADOS al comprobar, como de la noche a la mañana, “salieron del closet”, todos los supuestos “ciudadanos”, valga la redundancia, que a la hora de las críticas ante las reiteradas pifias de ambos personajes, siempre permanecían callados, cumpliendo la labor de sacar los “pantallazos” mediante la toma de fotografías de los “enemigos” de MC y mandarlas a sus dueños.
¡Y ahora son porristas vocacionales y profesionales instando a los participantes a usar sus propias redes sociales, para felicitar a Colosio por su cumpleaños y a Samuel por sus “logros”!
Lo preocupante para los ciudadanos, es que los estrategas, perfectamente saben que con estas acciones, mismas que pueden calificarse como “chismes tecnológicos”, buscan “confundir” a aplicaciones no legales como Pegasus, para que sean replicadores de los mensajes.
¡Estrategia que tiene como propósito final usarnos como ciudadanos, para lograr circular unas mentiras y hacerlas verdaderas!
¿Imaginan un “What’s” en manos de Hitler, Mussolini, Julio César, Alejandro Magno o Porfirio Díaz?
Más que una herramienta de comunicación, el “What’s”, se ha convertido en un “blackberry”, eufemismo relativo a aquella fresa negra, que usaron como muestra para fabricar las inmorales bolas de acero irregulares negras, con las que ataban a los esclavos recién traídos de África a los campos de algodón en los Estados Unidos.
¿Traeremos en nuestras bolsas, bolsillos, vehículos, y dejaremos en nuestras cabeceras a la hora de dormir unos modernos “blackberries”?
¡Y tan felices como siempre!
