- Personal de Salud en hospitales públicos de la CDMX resiente la falta de comida nutritiva.
SELENE VELASCO / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Personal de Salud en hospitales públicos de la CDMX resiente la falta de comida nutritiva.
Debido a las jornadas laborales de ocho a 24 horas seguidas y la dificultad para destinar horarios para alimentarse, en sedes de la Secretaría de Salud, del ISSSTE y del IMSS, tienen derecho a colaciones, desayunos y comidas en ciertos momentos del día.
Sin embargo, el personal comparte constantes quejas en grupos hospitalarios acerca de que no son suficientes o saludables.
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La mayoría de quienes buscan el servicio son médicos internos y residentes que tienen sólo una beca mensual y no un salario y cumplen jornadas de hasta 24 horas.
Médicos internos de pregrado (MIPs) detallaron que en una comida les proporcionaron una rebanada de jamón y agua y, en otra, pan de caja a medio quemar, un huevo duro y un plátano.
Otros menús han consistido en una tortilla, una cucharada de frijoles refritos y un poco de salsa; así como una rebanada de pan de caja y una cucharada grande de sopa de fideo.
“A veces sí lo que nos dan es muy, pues deficiente. Si estamos todo el día en el hospital y no hemos comido nada, nos dan una rebanada de jamón, una papa, es todo y, como en mi caso, no tenemos un sueldo como un adscrito, como los superiores”, señaló Pablo, médico interno.
“Pues no podemos salir a comer, a comprar, pues usamos el comedor, pero no es suficiente, con eso obviamente tienes menos energía”.
En ocasiones, explicó Alejandra, otra interna, les han prometido incentivos alimenticios de platillos “especiales”, como una porción de pozole; sin embargo, cuando se preparan esas comidas las limitan a raciones mínimas, sólo para máximo 50, por lo que no alcanza.
Los médicos internos coincidieron en que buscan formas de llevar comida desde casa para que se equilibrada, pero se dificulta con los horarios que deben cumplir, el agotamiento y las becas precarias.
Acusaron que las autoridades no le dan importancia al problema, mientras que se realizan campañas externas para insistir en que se debe comer nutritivamente.
“LA OMS considera que los centros de trabajo son un entorno clave para combatir los malos hábitos, pero la realidad es que muchos no cumplen con esto”, apuntó Yaiza Bejos, responsable de orientación nutricional de la universidad La Salle.
La especialista enfatizó en que la alimentación deficiente impacta de forma negativa en el desarrollo y desempeño del personal de Salud en la CDMX.
“En el sector salud existe además esta narrativa en que tenemos que acostumbrarnos a comer mal para salir adelante y es algo que debemos de romper, debemos de dejar de glorificar la mala alimentación y empezar a entender que la buena alimentación es viable, es posible, igual y nos faltan un poco de orientación e ideas, pero puede ser rápida, económica, balanceada”, resaltó.
De acuerdo con los portales oficiales, cada año, las instituciones de salud realizan concursos de licitación para contratar el servicio de comedores para el personal, aunque las cifras destinadas para ello son inciertas.
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