Por KUKULKÁN
EL PRÓXIMO domingo 10 de septiembre la gobernadora Mara Lezama Espinosa rendirá su primer informe de gobierno y el tema ineludible de la agenda será la seguridad pública cuya mala percepción hacia afuera de Quintana Roo la generaron tanto la ola de ejecuciones entre miembros de cárteles enemigos en playas turísticas como la violencia irracional de taxistas contra operadores de Uber, sin importar aterrorizar a los pasajeros a bordo, generalmente extranjeros en medio se escenas de terror que escandalizaron al mundo.
DURANTE estos primeros 12 meses de gobierno, se han dado pasos para afrontar la inseguridad desde las causas que las provocan, a través de programas sociales de apoyo a los sectores más vulnerables de la población, así como de la conformación de policías profesionales y especializados en las diferentes tareas que realizan para lo cual se presentó y aprobó la iniciativa de la Ley de Seguridad Ciudadana del Estado de Quintana Roo, que establece las reglas del nuevo modelo de seguridad implementado y coordinado con las fuerzas federales, Guardia Nacional, Ejército y Marina.
AUNQUE la anterior administración de Carlos Joaquín se vanaglorió con la construcción y operación del Complejo de Seguridad estatal C5, único en Latinoamérica, resultó un fiasco porque el sistema de videocámaras era rentado, no se contaba con el personal capacitado para cumplir la misión y a la nueva administración le tocó asumir una deuda superior a los mil 500 millones de pesos para deficientes resultados. Para revertirlo de fondo se creó la Universidad de Ciencias y Disciplinas de la Seguridad en Quintana Roo con el objetivo de formar al personal profesional y comprometido con el deber de proteger a la sociedad, con sueldos dignos y prestaciones de ley.
AL TEMA también se le atendió con el cambio en los mandos encargados de la seguridad pública y procuración de justicia en el estado, los cuales ahora trabajan de manera conjunta para informar en la mesa semanal de seguridad sobre los resultados para reducir la incidencia delictiva, así como modificar la percepción de inseguridad prevaleciente y dañina para los destinos turísticos del Caribe mexicano. Fuera de eso, a Mara se le han alineado los astros para desenvolverse como una gobernadora con mucha suerte, pero también con mucha habilidad para relacionarse en las altas esferas del poder.
SU TALENTO para gestionar recursos visitando dependencia por dependencia pública en la Ciudad de México, se ha traducido en recursos adicionales para, por ejemplo, mejorar el sistema de salud estatal a través del programa IMSS Bienestar con inversiones para equipar hospitales de especialidades médicas; recursos para ampliar los padrones de los programas de bienestar en el estado, además de las inversiones federales históricas que se tienen para Quintana Roo y el sureste mexicano en 2023.
ESTA lista incluye los 143 mil 73 millones de pesos para el Tren Maya, los 3 mil 200 millones del Aeropuerto de Tulum, los mil 500 millones para el puente sobre la laguna Nichupté en Cancún y lo casi 45 mil millones de pesos que se invierten en la movilidad de vías de circulación complementarias a los proyectos de la 4T en el estado. A nivel del gabinete federal, Mara ha ganado prestigio por la cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador, se ven y platican cada 15 días que el mandatario regresa a la Península de Yucatán para supervisar su obra magna, además de que la gobernadora asiste periódicamente a la mañanera. Secretarios y directores del gabinete federal llegan a bromear: ‘a nosotros el presidente nos ve cada mes’.
