OMAR ROMERO
CANCÚN, Q. ROO. – Estudiantes de preparatorias públicas de Cancún reconocieron que tras la pandemia experimentaron una serie de estragos emocionales, además de que disminuyó su rendimiento escolar, de acuerdo con una investigación que llevó a cabo Fundación Lomas I.A.P., y el Centro Integral de Atención a Mujeres (CIAM).
El estudio denominado Caracterización de las Necesidades Educativas tras la Pandemia, se realizó con la intención de procurar y atender lo que requieren los jóvenes, puesto que uno de los objetivos tanto de la fundación como de la organización es generar acciones que beneficien a este sector.
En Quintana Roo el regreso a clases de forma presencial se llevó a cabo el 2 de febrero del año pasado, por lo que los jóvenes, durante 672 días, recibieron sus clases de manera virtual, de ahí surgió el interés por conocer la situación de los estudiantes de preparatoria, pues en el confinamiento sufrieron ansiedad, depresión, entre otras cuestiones.
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Irma González Neri, directora del CIAM Cancún expresó que durante este año se encuestaron a 923 estudiantes de preparatorias públicas de Cancún, es decir, de 14 a 21 años, de los cuales 51% afirmó experimentar estragos emocionales postpandemia, así como una disminución en el rendimiento escolar.
“Entre las problemáticas identificadas por los jóvenes, está la percepción de que aumentaron sus adicciones, el consumo de alcohol o algunas otras sustancias; además de su estado de ánimo, como aumento del enojo, pero en realidad es depresión, y disminuyó la felicidad, su creatividad, no desean tener actividades en donde se involucre su creatividad”.
La encuesta estableció que los jóvenes perdieron habilidades adquiridas antes de la pandemia, como las sociales (65.8%); las de lectura y escritura (32.2%); para concentrarse (53.5%); las físico-deportivas (65.7%); las de matemáticas (51.6%) y 66% olvidó temas relevantes que habían aprendido antes de la emergencia sanitaria.
Al respecto, la directora de la Fundación Lomas I.A.P. Rocío Moreno detalló que con este estudio buscaron ir más allá de lo que se percibía, pues querían confirmar cómo es que se sentían los jóvenes para generar, a partir de los resultados, los planes de trabajo.
“Una vez identificando y certificando cómo es que los jóvenes se sienten, queremos proponer varias acciones por hacer, como trabajar en alianza. Queremos empezar máximo en un mes, reunirnos con los principales actores que forman parte de la educación, que nos ayuden a identificar aquellas prácticas que verdaderamente se requieren”. Por ello, a través de estas mesas de trabajo integradas por especialistas y dependencias de gobierno se pretende generar estrategias viables y pertinentes que permitan revertir los efectos negativos causados por la crisis sanitaria y contribuyan positivamente en la vida de los jóvenes estudiantes.
