Por KUKULKÁN
LA ASPIRANTE presidencial del Frente Amplio opositor, Xóchitl Gálvez visitó este lunes el principal destino turístico del país para reunirse con empresarios y empresarias de Quintana Roo, convocados por la Coparmex Cancún en un salón de eventos del hotel Emporio al cual asistieron medio millar de personas para escuchar los planteamientos de la senadora panista en torno a temas trascendentales para el país en caso de ocupar la presidencia de la república, los cuales no tienen gran diferencia con lo propuesto hasta ahora por la 4T y por la corcholata Claudia Sheinbaum, a quien hasta ahora todas las encuestas nacionales la colocan a la cabeza de las preferencias electorales.
CUANDO atravesó las puertas donde aguardaban las mesas repletas de asistentes, se encendieron al unísono los gritos de ¡Xóchitl! ¡Xóchitl! ¡Xóchitl! mientras la senadora, sonriente, avanzaba saludando a quienes le extendía la mano a su paso o aceptaba una selfie. Pero toda la emoción y el éxtasis que hicieron vibrar el ambiente al inicio del evento, se fueron diluyendo conforme transcurrió el monólogo de la protagonista que arrancó con su trillada historia de cuando vendía gelatinas y tamales en su natal Tepalcatepec, Hidalgo, para poder salir adelante, con su dosis de dramatismo para arrebatar aplausos de los presentes.
DE AHÍ saltó a las justificaciones sobre los exabruptos que la han exhibido como una política insensible al considerar que las pensiones, las becas y los apoyos para habitantes de los sectores más vulnerables sólo sirven para mantener a ‘güevones’ o su comentario discriminatorio en el sentido de que poner maquiladoras en el sureste sería un fracaso porque la cultura de los habitantes en esta región no es la de trabajar ocho o más horas. Apenas le entró por encima al asunto de las licitaciones públicas con que favoreció a su empresa familiar cuando encabezó la alcaldía Miguel Hidalgo de la Ciudad de México (que abarca las colonias residenciales de Polanco, Bosques de las Lomas y Lomas de Chapultepec donde Xóchitl tiene su residencia) minimizando la situación bajo el argumento de que a Felipa Obrador, prima del presidente, ha sido favorecida con mejores licitaciones públicas. La diferencia es que una es empresaria y la otra política.
PARA el plato fuerte del discurso, los asistentes esperaban escuchar los planteamientos de Xóchitl sobre un nuevo modelo de gobierno para el país con tres ejes: un sólido Estado Democrático y de Derecho, donde nuestras libertades, instituciones y leyes sean respetadas; desarrollo inclusivo y sostenible, que cuide el medio ambiente, promueva las energías limpias, garantice el acceso a la alimentación y al agua potable; y valorar el papel vital de la empresa como motor de cambio, donde las MiPymes cuenten. Pero en vez de ir directo a las propuestas, gastó el tiempo para dedicarse a bombardear con sus mismas críticas al presidente López Obrador.
DURANTE su discurso Xóchitl intercalaba ideas con alguna grosería o ironía en contra del presidente que por momentos logró arrancar estruendosas carcajadas y mantener la atención de los presentes. Ganó una ovación generalizada cuando dijo que reactivaría el presupuesto público para la promoción turística que el gobierno de la Cuarta Transformación suspendió para aplicarlo a la obra del Tren Maya. Apenas terminó su exposición para pasar a la ronda de preguntas y respuestas, la mitad del salón se vació de asistentes en cuestión de segundos.
LLEGÓ el momento para la selfies del recuerdo y no faltó la larga cola de políticos y empresarios deseosos de una imagen en compañía de Xóchitl, entre ellos la diputada federal perredista Laura Fernández Piña a quien en septiembre de 2024 se le acabará la inmunidad del fuero legislativo y anda muy movida en busca de garantizarse una senaduría para no quedar al desamparo de la serie de denuncias penales que enfrenta por mal manejo de recursos públicos cuando fue alcaldesa del municipio de Puerto Morelos.
A BUEN árbol se arrima Laura Fernández (quien por cierto está estrenando casa en Puerto Cancún con muelle y yate privado) cuando Xóchitl Gálvez va tener qué lidiar con sus propias denuncias penales, activadas no sólo desde el gobierno federal sino también por parte de Gilberto Lozano, ex líder de Frena, quien la acusa de corrupta y de haber incurrido en por lo menos tres delitos al favorecer a su empresa familiar con licitaciones públicas: soborno, tráfico de influencia y abuso de la función pública. Con estos antecedentes, ambas son más candidatas a pisar la cárcel.
