El Baile de Colosio

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José Luis Carrillo

Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey y no miembro de Movimiento Ciudadano, según lo grita a los cuatro vientos, sale a bailar a la zona más emblemática, arriba del Barrio San Luisito en la icónica Colonia Independencia.

Y a pesar de la repetitiva crisis de agua, en esta ocasión; los pasos del “baile de Colosio”, al puro estilo vallenato, en el lugar en que nació y murió Celso Piña, “el rebelde del acordeón”, no buscan que lleguen los reiterados aguaceros anunciados por su vecino del otro lado de la Macro Plaza Regiomontana.

¡Busca un huracán…pero de votos! ¡y de vetos políticos!

Su grupo compacto ya confirmaron lo que venía siendo un secreto a voces, pudiera parecer poco cierto, pero en estos momentos todo es factible en un escenario de lealtades sumamente volátiles y un amplio interés por la denominada ahora “política financiera”.

O como dijera el norestense claridoso, Eulalio González Ramírez, “Piporro” Oriundo de Los Herrera, NL:

“With the money dancing the dog”, o como dicen que dijera Don Porfirio Díaz, un “perro con un hueso ni ladra ni muerde a quien se lo da”.

Todo indica que “las querencias” de Dante Delgado, jerarca naranja han regresado hacia Colosio propiciadas los exagerados “afectos” del gobernador García hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien no se cansa de llamar al mandatario de NL “güerito”, de manera harto cariñosa.

Todo esto, ante la indefinición de Marcelo Ebrard.

A Colosio y a Samuel la Macro Plaza de Monterrey, no los une, más bien los SEPARA, así la disparidad de intereses.

Mientras que Dante percibe una antes velada y ahora abierta traición por parte de Samuel, en la figura de Colosio percibe una mayor eficacia política para lanzarlo como candidato a la Presidencia de la República como “ciudadano”, bajo el amparo de varios partidos y organizaciones no gubernamentales.

Y sumar además a los siempre vivos y activos, integrantes de la “vieja política”, a la que Samuel vomita y culpa hasta de la sequía en Nuevo León.

Vaya que las circunstancias han cambiado a casi un año del primero de septiembre del 2024, cuando México cambiará de mando presidencial.

Nadie duda que a Samuel le gusta más sentirse un acorazado, que todos lo vean y sepan que “armas porta” como estrategia de disuasión hacia el enemigo; Colosio se percibe más cómodo siendo submarino, de esos que pueden navegar meses y meses en el fondo marino, sin que muchos sepan lo que hace, pero con el suficiente arsenal (político) para hacerse sentir cuando se es necesario.

Hasta este momento siempre han ido en paralelo los ahora “compadres” de bautizo.

Las líneas paralelas SIEMPRE mantienen la misma distancia de separación y si se prolongan hasta el infinito, NUNCA llegan a tocarse y menos a UNIRSE.

¡Como sucede con muchos Políticos! Y como dijera en el Rancho…

Los “compadres” Samuel y Colosio están juntos… ¡Pero no revueltos!

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