- La CDMX ha instalado 61 mil colectores desde 2019, con mil 200 millones de pesos, en colonias con escasez, donde sigue sin construir red de abasto.
IVÁN SOSA / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Investigadoras de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) señalaron que Cosecha de Lluvia comenzó como un programa electoral, carece de seguimiento y hay venta de los componentes.
“El 60 por ciento de estos sistemas han sido abandonados, la gente vende el tinaco, los tubos, las válvulas”, planteó la especialista Fabiola Sosa.
Agregó que el Gobierno de la Ciudad ha instalado 61 mil colectores desde 2019, con mil 200 millones de pesos, en colonias con escasez, en donde sigue sin construir red de abasto.
“Hay abandono de los sistemas de captación de la lluvia, falta una cultura de apropiación del sistema, por un subsidio que es muy grande y por falta de sensibilización entre los usuarios”, subrayó Sosa.
Un año después de ser colocados, el personal de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) deja de dar seguimiento a los equipos, mientras busca instalar más, pero sin formar una cultura de conservación.
“Hay que dar mantenimiento al separador de primeras lluvias, que tiene una rejilla por limpiar, hay que tener limpio el tinaco, revisar las tuberías”, apuntó Sosa.
Para la investigadora Delia Montero, Cosecha de Lluvia se mantiene como un programa clientelar, sin evolucionar.
“Empezó como un programa electoral, les ofrecen tinacos, en donde más falta más agua, en el oriente”, puntualizó.
“No hay un seguimiento, cuando hay que cambiar los filtros, que tienen un costo, es un programa que puede ser muy bueno, pero no hay una evaluación”.
En el poniente se han instalado pocos sistemas, porque disponen del agua que llega de los sistemas Lerma y Cutzamala.
“También debería ser un objetivo reducir las funtes externas. ¿Qué va a pasar cuando Lerma, Cutzamala, digan basta?”, cuestionó Montero.
Aun cuando la Sedema marca los filtros como equipo adicional, son necesarios, agregó Fabiola Sosa.
“En función de la presencia de industria, hay contaminantes en la atmósfera en diferentes zonas, que la lluvia precipita, hemos detectado cadmio, que requeriría ciertos filtros”, anotó.
El día cero, con escasez generalizada de agua, puede ser en 2028 o en 2050, en función de cómo la ciudad afronte un plan de abasto sustentable, expuso el investigador Roberto Constantino.
Subrayó que carece de sostenibilidad tomar agua del Cutzamala para arrojarla en Hidalgo, con excesiva extracción de los pozos, fugas y hundimientos.
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