- Adán Augusto realizó un mitin frente a Palacio de Gobierno en el Edomex.
JORGE RICARDO / AGENCIA REFORMA
TOLUCA, EDOMEX.- Leidy Plácido Arroyo, vocera del colectivo Haz Valer Mi Libertad, que mantiene un campamento frente al Palacio de Gobierno del Estado de México para exigir la liberación de sus familiares injustamente presos, mira la marea guinda y blanca que rodea el larguísimo templete.
Los morenistas, los obradoristas, los adancistas, los que son todo y los que no son nada, pero están aquí, ocupan las sillas, cantan con el grupo Los Reales del Sabor, analizan sus banderines, bostezan o pisan las lonas del colectivo.
“Hubo intento de desalojo (el viernes), llegó gente que se hizo pasar por muy cercana de Adán Augusto y nos dijeron que nos podían apoyar para que nos fuéramos a un hotel y hoy en la mañana vinieron a decir que no eran del grupo del señor Adán”, dice la vocera, 40 años, morena, ojos tristes.
El colectivo se ha sacado sangre, se ha puesto en huelga de hambre; aquí llevan 87 días. “Como le digo, no tenemos el gusto de saber cómo y en qué ha ido el señor Adán”, reconoce la mujer.
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Para su suerte, quedaron a dos metros del templete. “Quienes acusaron a mi hermano Daniel dicen que pasaban por la calle donde él tenía su talachera y lo reconocieron por ser moreno, por estar mugroso y por ocupar barba”, agrega Leidy mientras los adancistas retiran del campamento la foto de Alfredo del Mazo, el último gobernador priista, que ya se va el 14 de septiembre.
“Si hubiera ley, nosotros no estaríamos aquí”, asegura la mujer, como si hablara por todos: si hubiera ley, ni los adancistas, ni los obradoristas ni los morenistas estarían aquí haciendo campaña.
Los camiones están 10 cuadras a la redonda, a los que entran les dan su gorra del senador suplente Higinio Martínez, jefe político de la nueva gobernadora Delfina Gómez y su playera rosa con el eslogan “Qué agusticidad”. Una torta, un jugo, botellas de agua.
El maestro de ceremonias lee la orden del INE de que esto no es promoción electoral, ni se puede llamar al voto por un partido o por un candidato ni todo eso que los morenistas que aspiran a la candidatura a la presidencia han hecho por 69 días.
“¿Quién va estar acá? Es lo que voy a ver. Sí, sí, es lo que voy a ver”, dice una anciana formada con su grupo, probándose la playera rosa y se ríe, y los demás se ríen y siguen comiendo tortas.
“¡A este movimiento ya no lo detiene nadie! ¡Les aseguro que nos vamos a encontrar el 6 de septiembre en el Zócalo!”, asegura Adán Augusto.
Recorre el templete prometiendo la continuidad de la Cuarta Transformación.
“Oiga, licenciado. ¿Nos puede oír, tantito nada más? Es que mire”, le dice Leidy al final al aspirante morenista antes de que se suba a su camioneta, pero el otro, voz canchera e impaciente, responde que ya las atendió allá atrás.
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