NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

JUSTO un año lleva la remodelación del bulevar Luis Donaldo Colosio en Cancún y este sábado 2 de septiembre vendrá el presidente Andrés Manuel López Obrador a inaugurarlo como parte de su plan de obras de infraestructura para impulsar el desarrollo en todo el sureste mexicano. Se trata de la principal vía que conecta al sur con el norte de Quintana Roo, la que concentra la movilidad diaria de los cerca de 14 millones de turistas que, tanto por aire como por tierra, llegan al año a este destino de talla mundial.

POR AÑOS fue un suplicio no sólo para cancunenses sino también para visitantes recorrer los 13.3 kilómetros de longitud sobre un pavimento repleto de baches y en malas condiciones, a la cual por mucho tiempo se mantuvo con parches, causando accidentes y gastos interminables en reparaciones que sólo sirvieron como paliativo, pero no resolvieron el problema de fondo. Llevar a cabo una obra integral y de calidad, requería de suficientes recursos, pero también matar a la gallina de los huevos de oro de los grupos facciosos de políticos y constructores, vividores del gran negocio de las licitaciones anuales para repavimentación.

LA INVERSIÓN para llevar a cabo esta obra fue de mil 015 millones de pesos que incluyen la pavimentación con concreto hidráulico de tres carriles por cada sentido, camellones con jardines, distribuidores viales, puentes peatonales y paraderos de transporte público, con una calidad de duración de tres décadas sin que se le vuelva invertir un solo peso. Además, la vialidad está proyectada para garantizar la movilidad del flujo de turistas que además del Aeropuerto de Cancún prometen traer el Tren Maya y el Aeropuerto de Tulum una vez que entren en operación a partir de diciembre próximo.

LA OBRA era de urgente necesidad y ha sido bien recibida hasta por quienes están en contra del movimiento de la Cuarta Transformación, que en cortito llegan a aceptar: ‘ningún otro gobierno federal o estatal habían destinado tanta inversión en obras públicas para el estado’. Para el caso de Cancún, también está proyectada la construcción del puente vehicular sobre la laguna Nichupté que conectaría la ciudad con la zona hotelera y que vendría a aliviar los problemas de embotellamiento generados sobre el bulevar Kukulkan en temporada alta de turistas.

ESTA obra era un proyecto de administraciones pasadas, inclusive durante el gobierno de Enrique Peña Nieto se enlistó en el presupuesto federal de su último año de gobierno, sin embargo fue suspendida ya con recursos destinados y todo. El puente le fue solicitado nuevamente a López Obrador por el anterior gobernador Carlos Joaquín González, a través del esquema de Asociación Público Privadas (APP) que pretendía cobrar peaje y concesionar durante 20 años la operación del puente al inversionista privado. El presidente y la gobernadora coincidieron en no cobrar un solo peso por el derecho a transitar sobre esta vía de 8.8 kilómetros de longitud y los 7 mil millones que se requieren los invertirá el gobierno federal.

TANTO el proyecto de remodelación del bulevar Colosio como la construcción del Puente Nichupté se mantuvieron por mucho tiempo en la congeladora hasta que Mara Lezama Espinosa, todavía como alcaldesa de Benito Juárez, convenció al presidente para que la federación le inyectará los recursos necesarios. Aunque mañana sábado sólo será inaugurada la primera de estas obras, la otra está proyectada para diciembre, el presidente y la gobernadora ganan bonos. A López Obrador le suma reconocimiento mientras que para Mara Lezama representa en particular el cumplimiento de la palabra empeñada de que esta obra en particular, es una realidad.

@Nido_DeViboras