- Los bandos de la fracción de Morena en la Cámara de Diputados se enfrentaron el jueves por quién será la legisladora que ocupe la vicepresidencia de la Mesa Directiva.
CLAUDIA SALAZAR / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Los bandos de la fracción de Morena en la Cámara de Diputados se enfrentaron el jueves por quién será la legisladora que ocupe la vicepresidencia de la Mesa Directiva en la Cámara de Diputados.
En tanto, el pleno eligió a la priista Marcela Guerra como presidenta de la Mesa Directiva, con lo que la 65 Legislatura podrá cumplir con la paridad de género.
Previamente, el panista Jorge Romero asumió la Presidencia de la Junta de Coordinación Política, en lugar del coordinador de Morena, Ignacio Mier.
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En los dos primeros años de la 65 Legislatura, la mexiquense Karla Almazán, cercana a Marcelo Ebrard, ha ocupado una Vicepresidencia de la Cámara.
Durante la Plenaria de la fracción morenista, el grupo de Claudia Sheinbaum propuso a Olimpia Girón, pero los ebrardistas acusaron un albazo contra Almazán.
Aunque ésta fue designada en la Vicepresidencia, su bancada informó de la elaboración de un acta circunstanciada en la cual se asentó que el próximo martes se realizará la votación para elegir a quien ocupará la Vicepresidencia y Secretaría de la Mesa Directiva.
El comunicado indica que se emitirá la convocatoria para inscribirse a ocupar ambos cargos.
SÓLO MUJERES
Además de la diputada Guerra, el Pleno eligió a tres vicepresidentas de la Mesa Directiva, con lo cual, por primera vez en la historia de la Cámara, los trabajos del Pleno serán siempre conducidos por mujeres.
Karla Almazán, de Morena; Joanna Torres, del PAN, y Blanca Alcalá, del PRI, son las vicepresidentas electas para el último año de sesiones de la 65 Legislatura.
En las Secretarías de la Mesa Directiva estarán las diputadas Brenda Espinosa, de Morena; Diana Gutiérrez, del PAN; Fuensanta Guerrero, del PRI; Nayeli Arlen, del Partido Verde; Jessica Ortega, de Movimiento Ciudadano, y Olga Espinosa, del PRD.
El que desentonó fue el petista Pedro Vázquez, lo que impidió que por primera vez hubiera una Mesa Directiva integrada completamente por mujeres.
Tras dos años como vicepresidenta, Marcela Guerra, diputada de Nuevo León, llegó a la Presidencia de San Lázaro.
Era la candidata natural del PRI y para el resto de los grupos parlamentarios, pero su elección estuvo en peligro cuando el dirigente del partido, Alejandro Moreno, dejó entrever su interés por el cargo.
La oposición de diputados de Morena y la coyuntura en el Frente Amplio por México, por la declinación de Beatriz Paredes en la contienda, hicieron que Moreno ya no fuera propuesto por el PRI.
Ello hizo que Guerra llegara al cargo, como era esperado por la mayoría. En su nombramiento, diputadas de oposición aplaudieron de pie y la legisladora de Nuevo León no ocultó su felicidad.
Guerra prometió actuar con imparcialidad y respeto a la pluralidad, como la ley manda; velar por el equilibrio y la libertad de legisladores y grupos parlamentarios, y la eficacia en el cumplimiento de la nota.
Dijo que siempre hará prevalecer el interés general por encima de intereses particulares o de grupo.
Agradeció el apoyo a diputados y coordinadores por la confianza para presidir la Cámara.
“A las mujeres valientes, quienes desde distintas trincheras seguimos luchando por la paridad, mi mayor reconocimiento. Por ustedes la integración del Estado Mexicano es distinta, por ser cada vez más paritaria”, señaló, entre aplausos de las diputadas de todos los partidos.
La sociedad mexicana, agregó, espera de sus representantes populares responsabilidad hacia la función, integridad política y pulcro comportamiento. “Así me conduciré en consecuencia”, ofreció.
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