- La Unicaribe impulsa sostenibilidad y utiliza 908 paneles solares.
OMAR ROMERO
CANCÚN, Q. ROO.- Desde el año pasado la Universidad del Caribe instaló paneles solares que están conectados directamente al servicio de energía eléctrica, lo cual se ha traducido en un ahorro como parte de la Agenda 2030 y los objetivos de un desarrollo sostenible.
Rodrigo Morales Cámara, secretario de Planeación y Desarrollo Institucional de esta casa de estudios, dijo que en 2022 consiguieron recursos tanto federales como estatales para instalar 908 paneles que están en los techos de los diferentes edificios de este campus universitario.
“Ya están todos operando, están todos conectados al suministro de energía eléctrica directamente. Nos ha reducido el 50 por ciento de consumo aproximadamente; en la universidad cada mes teníamos un consumo aproximadamente de 950 mil pesos, y ahorita estamos pagando aproximadamente 400 mil pesos”.
Precisó que la inversión para estos artículos fue de 16 millones de pesos, por lo que, en unos cinco años, se recuperarán estos recursos, los cuales, insistió, fueron tanto del estado como de la Federación.
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Dijo que la intención es colocar más paneles, pues se trata de acciones permanentes, sin embargo, se tienen que diversificar los tipos que están usando y así la generación de energías limpias en la Unicaribe sea una realidad.
“La Comisión Federal de Electricidad permite a cualquier usuario generar por cada uno de los lotes que tiene en su propiedad, nosotros en esta universidad nada más tenemos un lote registrado, por lo tanto, nada más podemos generar el máximo de kilowatts”.
CONCIENCIA AMBIENTAL
La Unicaribe es sede de la tercera edición del Foro de Agua y Medio Ambiente que arrancó este miércoles, donde Antonio Almazán Becerril, director de la Unidad de Ciencias del Agua del Centro de Investigación Científica de la Península de Yucatán (CICY), expuso que de los 300 millones de toneladas de plásticos que se generan al año en el mundo, 13 millones son vertidos en ríos u océanos.
En ese sentido, se prevé que sean 250 millones de toneladas las que tenga el océano en 2025, es decir, en dos años; asimismo, recalcó que los plásticos contribuyen a la contaminación del agua tanto oceánica como de uso acuícola, generando efectos negativos en crecimiento, comportamiento, desarrollo y evolución de toda la vida acuática.
Agregó que los pequeños organismos marinos son más propensos a ingerir microplásticos, los cuales se pueden transferir a peces más grandes y tarde o temprano llegan a las mesas de la ciudadanía con los consecuentes daños a la salud.
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