- Damnificados llegaron para alzar la voz junto a los diputados, pero se fueron decepcionados de la respuesta en Donceles.
EDUARDO CEDILLO / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Damnificados llegaron para alzar la voz junto a los diputados, pero se fueron decepcionados de la respuesta en Donceles: la falta de apertura.
Tres contingentes se presentaron ayer en el Congreso para exigir justicia y reconstrucción, damnificados de todas partes de la Ciudad con la única exigencia de regresar a sus hogares.
“Significa, en lo personal, un triple luto, un triple luto por la remembranza de aquellos minutos de terror en los cuales tuve que sacar a mi madre con rescatistas en un edificio medio derrumbado”, dijo Mónica Romero, afectada en el sismo de hace seis años.
Ayer, el Congreso debió realizar una sesión solemne en honor a las víctimas de los sismos del 19 de septiembre, pero la falta de puntualidad les hizo encontrar un bloqueo vecinal en las puertas de Donceles.
“Frustración porque tengo vecinos, tengo amigos, tengo gente querida que tienen terrenos sin proyectos, sin fecha de inicio de obra, con la gente muriendo y que a seis años no tiene ninguna solución”, añadió Romero.
Los diputados decidieron replegarse, algunos fueron a sus oficinas, otros decidieron esperar entre los manifestantes y el resto aprovechó para ir a desayunar.
Incluso, las diputadas Gabriela Quiroga, Daniela Álvarez y Polimnia Sierra fueron increpadas por su desatención mientras desayunaban en un restaurante.
Dentro del Congreso, la presidenta Gabriela Salido escuchó las peticiones y propuso que los manifestantes tomaran la voz en la tribuna; pero al no haber sesión, esto no era posible desde el Pleno.
Sin embargo, sí era posible desde la Junta de Coordinación; pese a ello, la presidenta Martha Ávila aseguró que no se le solicitó crear un acuerdo para ello y que, al contrario, hubo cerrazón al diálogo.
“Los manifestantes no permitieron que entraramos a iniciar la sesión, entonces por supuesto que no iban a tener una respuesta favorable”, apuntó Ávila.
Los damnificados continuaron con su bloqueo hasta las 11:00, cuando la alerta sísmica sonó.
En ese momento, los presentes acallaron sus reclamos y alzaron el puño: la señal del silencio.
La manifestación concluyó con todos interpretando el Himno Nacional y posteriormente todos se retiraron.
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