- Xóchitl Gálvez deploró que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya perdonado al priista Enrique Peña Nieto.
MAYOLO LÓPEZ / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Tras aclarar que a ella no la movería la intención de “meter a la cárcel a todo mundo”, Xóchitl Gálvez deploró que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya perdonado al priista Enrique Peña Nieto.
“Este gobierno ha tenido la oportunidad de investigar hechos de corrupción y decidió perdonarle la vida a Enrique Peña Nieto, no ha investigado ninguna de las corrupciones”, sostuvo.
La aspirante presidencial del Frente Amplio por México realizó una visita a la tierra del presidente. La noche del sábado, en la capital de Tabasco, durmió en una casa contigua a la de él.
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“Yo no llegaría con un espíritu de meter a la cárcel de todo mundo”, dijo en conferencia de prensa al lado de su anfitrión, Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, y de los líderes locales del PAN y PRI.
Por lo pronto, Gálvez dijo que ella no puede “cambiar el pasado” y que, por lo tanto, es responsable de lo que venga de “aquí para adelante”.
En ese tono, se comprometió a “hacer un esfuerzo para integrar a gente honesta” en su equipo de campaña.
En Tabasco, dijo la abanderada del Frente, se realizan actos anticipados de campaña.
“Hay un chingo de dinero, se ve en las bardas, y los tabasqueños deben preguntarse de dónde sale tanto dinero. Y son actos anticipados de campaña”, acusó.
Después de recordar que cuando era jefe de gobierno de la Ciudad de México, López Obrador le había encargado resolver problemas de electrificación en la Chontalpa —como comisionada de los Pueblos Indígenas con Vicente Fox—, la senadora panista aseguró que conoce más Tabasco que Claudia Sheinbaum, la aspirante de Morena.
Gálvez encabezó un par de eventos masivos en Villahermosa y en Comalcalco.
EN TIERRA DE AMLO
Después de agradecer la hospitalidad de don Benito, el anfitrión de la casa donde pernoctó el sábado por la noche, Xóchitl Gálvez abordó una camioneta para trasladarse al hotel donde ofrecería una rueda de prensa.
El vehículo se puso en marcha, avanzó unos cuantos metros y, de repente, una voz la previno: “Mira: es la casa del presidente…”.
Xóchitl había dormido a menos de 100 metros de una casa que Andrés Manuel López Obrador adquirió hace varios años en la capital tabasqueña. Una residencia de dos pisos en el fraccionamiento Galaxia, contiguo al parque La Chonta, en la calle Júpiter 136.
“Todo mundo cree que en Tabasco todos son de Morena, pero aquí hay un chingo de gente que no es de Morena. Ustedes necesitan una persona que no sea obediente: a mí no me manda ningún hombre. Soy una mujer echada para adelante. Eso que dice el presidente que un grupo de hombres me puso a mí, no es cierto.
“Vienen ocho meses por delante. Si Dios quiere, dentro de un año a mí no me van a entregar el bastón de mando… dentro de un año me van a entregar lo que se pone aquí (dijo señalándose el pecho). Porque dentro de un año estará tomando posesión la presidenta de México”, dijo.
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