Daña cableado a árboles en la CDMX

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  • El ahuehuete de la Colonia Anzures, en la Alcaldía Miguel Hidalgo, ha sido uno de los árboles dañados por el roce de sus ramas con el cableado aéreo.
IVÁN SOSA / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- El ahuehuete de la Colonia Anzures, en la Alcaldía Miguel Hidalgo, ha sido uno de los árboles dañados por el roce de sus ramas con el cableado aéreo de empresas de televisión de paga y de la red eléctrica.

“Hay biólogos que nos dicen que el ahuehuete de la Anzures tiene 150 años de vida, otros más, es una referencia dentro de la colonia, recién comenzó a secarse por el contacto con los cables”, explicó el representante vecinal, Alejandro Curiel.

Un cable “pelado”, sin aislamiento, estuvo en contacto con las ramas y el tronco del ejemplar situado en Shakespeare y Lafayette, por lo que comenzó a mostrar el resecamiento, el cual fue detectado por los vecinos.

Incluso, marañas de cables cruzan entre las ramas de los árboles y predominan sobre la vegetación en el paisaje de las calles Copérnico, Darwin, Gutemberg, Goethe o Leibnitz.

“No sólo son los cables, las empresas les ponen tensores, el exceso de líneas y el sobrepeso provocan la inclinación y la fractura de los postes que los sostienen”, mostró Curiel.

Encima de las banquetas, los caminantes observan conjuntos de cableados con curvas hacia el piso, con líneas que pueden tocarse con la mano.

“Los cables chocan, causan corto circuito, en Darwin y Comte acaban de reventar una luminaria, si una persona pasa en ese momento, tiene el riesgo de quedar dentro del arco eléctrico, que se forma”, apuntó Curiel.

Por esa razón, con frecuencia se requieren a los trabajadores de Protección Civil, quienes recogen cables que caen y los cuales no pueden retirar hasta que la empresa se haga responsable, por lo que los atan en ramas o postes.

Curiel acusó que el personal que realiza los cortes a las ramas de los árboles lo hace sin las medidas necesarias para preservar a los ejemplares.

“Cortan en V, para dejar el paso de los cables, pero desequilibran el árbol, porque retiran las ramas de un lado, pero no del otro”, explicó.

Los árboles quedan debilitados y sin un anclaje uniforme, por lo que tiende a reclinarse y caer.

CUESTIONAN CENSO DE LA PAOT

En agosto, especialistas de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) llevaron a cabo un censo y un diagnóstico sobre el estado del arbolado en la Colonia Anzures, sin embargo, sus alcances fueron calificados como limitados por los vecinos.

El estudio estableció que 50 de 82 árboles requieren mantenimiento.

Sin embargo, los ejemplares no fueron identificados con etiquetas.

“Con una etiqueta o un código QR, los vecinos podríamos saber el nombre de cada árbol, además del estado en que se encuentra”, refirió.

El diagnóstico de la PAOT, realizado sólo en el sur de la Anzures, identificó 28 ejemplares secos, que deben ser retirados por el riesgo de caída, incluidas palmeras afectadas por una plaga.

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