Por KUKULKÁN
LEJOS muy lejos de Quintana Roo, aunque no ilocalizable, debe estar en estos momentos Eligio Sierra Peña, tesorero de la ahora ex alcaldesa Laura Fernández Piña, involucrado en diversos actos de corrupción en el manejo de recursos públicos del municipio de Puerto Morelos y de quien se tienen indicios que se esconde entre Estados Unidos y Canadá para no afrontar la orden de aprehensión que existe en su contra desde junio pasado, dictada por un juez de Control de Playa del Carmen a solicitud de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.
SE TRATA del responsable directo de firmar los dos contratos para privatizar obras y servicios municipales, a través del esquema de Asociaciones Público Privadas (APP), en beneficio de empresas ligadas a Fernández Piña mismas que cobrarían alrededor de 3 millones de pesos mensuales durante un periodo de 20 años. Hasta ahora, la ex alcaldesa ha logrado eludir la justicia por estos hechos escudándose en su fuero como diputada federal del PRD. La caída de Sierra Peña sería también la de Laura.
TAMBIÉN está implicado en este caso el ex director de Egresos Pedro Alfonso Nolasco, ambos enfrentan un proceso penal por el delito de uso ilícito de atribuciones del servicio público, en la carpeta administrativa 423/2023 a cargo de Fiscalía anticorrupción y el pasado 22 de junio se dictó la orden de detención.
ESE MISMO día los implicados solicitaron enfrentar su proceso en libertad lo cual fue concedido en definitiva en septiembre pasado sólo para el ex tesorero, no para su subalterno (el hilo siempre se revienta por lo más delgado), previo al pago de un par de garantías por 42 mil pesos en total a fin de no ‘evadir la acción de la justicia’. Sabedor de que la ‘suspensión definitiva’ obtenida no significa haber ganado el fondo del asunto que le concederá o le negará el amparo, Sierra Peña prefirió huir… hasta el momento.
AUNQUE en realidad el redituable negocio de la ex alcaldesa no logró consumarse porque su sustituta en el cargo, Blanca Merari Tziu Muñoz no sólo se negó a pagar lo estipulado cada mes en los contratos, sino también emprendió un paquete de denuncias por estos y otros delitos en contra de varios funcionarios de la administración pasada. Desde el inicio las denuncias fueron bien elaboradas y se están cosechando los buenos resultados para castigar este escandaloso acto de corrupción y que no vuelva a suceder. Una segunda denuncia fue presentada por presunta negligencia en el desempeño de función o cargo, fraude procesal, peculado, uso ilícito de atribuciones y facultades. ‘El combate a la corrupción va a fondo’, promete la alcaldesa.
