‘Parece que aquí hubo una guerra’

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'Parece que aquí hubo una guerra'
  • A 24 horas del paso del megahuracán “Otis” en tierras guerrerenses, este puerto se encuentra hecho un caos.
JESÚS GUERRERO – BENITO JIMÉNEZ / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- A 24 horas del paso del megahuracán “Otis” en tierras guerrerenses, este puerto se encuentra hecho un caos.

Sin suministro de energía eléctrica, internet, telefonía celular, transporte público y foráneo, además de daños materiales incalculables, son algunas de las consecuencias del embate del fenómeno natural que impactó a las 00:30 horas de ayer 4 en categoría 5.

La Autopista del Sol y la Carretera federal Chilpancingo-Acapulco quedaron bloqueadas por la presencia de rocas, árboles, ramas grandes y hasta enseres de cocina que fueron arrastrados por la corriente.

La Sedena determinó que transitar por el acceso principal a Acapulco, en la Autopista del Sol, no fue posible sin el apoyo de maquinaria pesada, a la altura de Tierra Colorada.

“Hay una roca grande en el camino, fragmentos muy grandes por los deslaves, además de troncos”, explicó un mando militar en Chilpancingo a Grupo REFORMA.

Elementos del Ejército detectaron siete tramos bloqueados por anegaciones y deslaves en la Autopista.

En un primer diagnóstico se estableció -en coordinación con Protección Civil- que los daños a esa vía se registraron entre Tierra Colorada y el acceso al municipio de Acapulco, en su zona urbana. Se trata de unos 11 kilómetros de anegación.

La situación se agravó, dijeron, por el desborde del Río Papagayo.

Casi a las 16:00 horas de ayer se restableció la circulación vehicular parcialmente sólo en la Autopista del Sol, que en su kilómetro 360 sufrió un deslave.

“Aquí parece que hubo una guerra”, dijo un trabajador de la Secretaría de Seguridad Pública municipal cuando caminaba por el carril norte-sur de la Avenida Costera Miguel Alemán.

En los dos lados de la vía turística se observa a hoteles, restaurantes y establecimientos comerciales con los vidrios rotos, espectaculares y árboles tirados.

En la entrada a Acapulco, en las colonias populares como Ciudad Renacimiento, Emiliano Zapata, La Postal, Las Cruces, el panorama también es desolador.

El Bulevar “Vicente Guerrero”, que es la principal vía que utilizan los habitantes de esta zona de alta marginación, luce anegada y un carril es utilizado para que los automovilistas circulen en ambos sentidos.

Casi a las 17:00 horas un convoy de camionetas y patrullas de la Policía Estatal se abrió paso por esta vía. En uno de los vehículos viajaba la Gobernadora morenista Evelyn Salgado Pineda, quien no se bajó de la unidad. La gente que caminaba por la calle enlodazada no se percató de la presencia de la Mandataria estatal.

En esta vía al igual que en la Avenida El Farallón, que está cerca de la Costera Miguel Alemán, se observó a la gente saquear las tiendas departamentales.

Personas que incluso llevaron su camioneta para cargarlas de sillones, refrigeradores y hasta de motocicletas tras los intensos vientos que se registraron.

“En este huracán no llovió mucho, pero el aire devastó los techos y ventanas de miles de casas y muchos hoteles y establecimientos comerciales”, dijo un acapulqueño.

“Nosotros desde el lunes estamos aquí y ayer martes nos dijeron que cuando llegara el huracán nos escondiéramos en el baño en donde estuvimos dos horas cuando los vientos estaban muy fuertes”, contó un turista de la Ciudad de México.

Un grupo de turistas de Polonia caminaban por la avenida Miguel Alemán y mostraban a la gente una hoja con un escrito en donde se leía: “Ayuda queremos regresar a Polonia”.

A las 19:00 horas, la gente que caminaba por las oscuras calles de Acapulco esperaba inútilmente que pasara un camión de transporte o taxi colectivo.

Pero hasta anoche todavía no se restablecía el suministro de luz eléctrica, el servicio de telefonía celular, internet.

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