Por KUKULKÁN
VARIOS han sido los decretos que ha firmado con su puño y letra el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero sin duda uno de éstos será considerado el ‘decreto de decretos’, porque pondrá punto final a 36 años de saqueo de piedra caliza para llevársela a Estados Unidos.
ES MÁS, nos hemos enterado que ese decreto ya tiene la firma de puño y letra del presidente de México y sólo es cuestión de ponerle fecha para que sea publicada en el Diario Oficial de la Federación.
LA esencia de ese documento es la declaración como zona natural protegida la región donde se encuentra la empresa Calica, propiedad de la empresa Vulcan Materials Company ahora conocida como Sac-Tun, ubicada en Quintana Roo en pleno corazón de la Riviera Maya.
EL decreto de decretos, como ya le llaman en Palacio Nacional, viene acompañado por un avalúo de los terrenos realizado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; así como por el monto total de la indemnización que no rebasa los siete mil millones de pesos, cantidad que será depositada en un juzgado.
A LOS ‘machuchones de Vulcan Materials Company’ López Obrador les dio varias oportunidades de sentarse a la mesa para negociar y todavía en abril del presente año el presidente se mostró condescendiente al proponer a esa empresa que donara dos mil 451 hectáreas ubicadas en Playa del Carmen y, a cambio, se le permitiría la explotación gradual del material pétreo que de ahí se obtenía; pero se montaron en su macho con la esperanza de que termine el sexenio para seguir haciendo de las suyas, y ahora sólo es cuestión de tiempo para proceder a dicha expropiación.
ESA empresa no tiene para a dónde hacerse, pues en el contenido del decreto también se despliega todo el daño ambiental que ha causado al extraer piedra caliza de manera irracional, mismo que fue documentado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
DESDE que inició operaciones en 1989 los trabajos ahí realizados devastaron un total de mil 200 hectáreas de selva, además de causar afectaciones a cenotes, manglares, mismos que resultaron severamente contaminados.
“DEBAJO del agua extrajeron roca, la cual trituraban para exportar piedra, arena y grava por barco. Esa agua provenía de los cenotes destruidos, del desvío de ríos subterráneos y la retención ilegal de agua que alteró corrientes internas, lo que trastocó todo el ecosistema”, destacan.
EL documento agrega que Calica es la responsable de la muerte de 942 especies de las cuales 529 pertenecen a la fauna y 143 a la flora; incluyendo especies en peligro de extinción.
OTRA actividad ilegal de la empresa fue la retención del agua subterránea en 4.24 kilómetros cuadrados, más de 40 millones de metros cúbicos, cuando la concesión a la empresa fue por apenas 1.7 millones de metros cúbicos; es decir, que utilizó 20 veces más el volumen que tenía autorizado.
POR eso es que ‘sobre aviso no hay engaño’, el presidente de México lo dijo bien clarito: “Yo no me voy a ir sin resolver esto, y la mejor forma de resolverlo es que se declare zona natural protegida todo, y que se les pague de conformidad con la ley la indemnización correspondiente. Por eso vamos a emitir el decreto para destinar toda el área a la protección del medio ambiente, no se va a poder construir nada, va a ser para conservar esta reserva”.
