Por KUKULKÁN
LLEGÓ la hora en que los partidos o alianzas políticas aplicarán las respectivas mediciones sobre las preferencias electorales de quienes dentro de sus filas aspiran a convertirse en candidatos para competir por alguna de las once presidencias municipales o de las 15 diputaciones de mayoría relativa a renovarse en junio de 2024, y entre las decenas de apuntados al interior del partido en el poder hay más de un soberbio o soberbia que de antemano cree correr con la suerte de su lado, porque ya les garantizaron que van a ser él o ella, y que la consulta sólo es un trámite para convalidar su postulación.
ANTE la ausencia de una oposición, ya no digamos organizada sino presencial, para competir en Quintana Roo —la última elección de 2022 PAN, PRI y PRD obtuvieron apenas el 20 por ciento del apoyo del electorado— en las dirigencias estatales de los partidos políticos que conforman la alianza ‘Juntos Haremos Historia’ se dan el lujo de enfrascarse en una lucha campal por obtener el mayor número de candidaturas que, a juicio práctico, las mismas deberían repartirse de forma proporcional conforme a los resultados de la última votación donde Morena obtuvo las dos terceras partes de los votos que llevaron a Mara Lezama Espinosa a la gubernatura, el Verde aportó casi la otra tercera parte y el PT una pequeña porción inferior al 5 por ciento de los votos totales.
DESDE las primeras batallas internas tanto PT como el Verde han lanzado amagues dejando entre ver que competirán con candidatos propios en algunos municipios y distritos electorales en caso de no llegar a acuerdos con Morena que busca llevarse la mayoría de posiciones electorales, aunque en esta disputa mucho tendrá que operar la primera morenista del estado que como gobernadora enfrentará su prueba de fuego en las urnas, de las que está obligada a ganar no sólo el proceso electoral del estado sino principalmente las elecciones presidenciales donde se espera competirá Claudia Sheinbaum.
MARA ha mostrado ser una gobernadora conciliadora, le disgustan los conflictos vulgares por el poder, aunque en su corta carrera política ha aprendido que lo cortés no quita lo valiente ha mostrado también tener mano derecha para tomar decisiones en defensa de los menos favorecidos; se empeña más en dar buenas noticias y resultados. Este perfil ha hecho suponer a colaboradores cercanos que la gobernadora no correrá riesgos y que se recurrirá a la reelección en la mayoría de las presidencias municipales, para concentrarse en la zona norte del estado donde se encuentran los municipios más prósperos de la entidad y por lo mismo los más competitivos electoralmente.
LA GRAN batalla entre los aliancistas será por Benito Juárez, con cabecera en Cancún; Solidaridad, Playa del Carmen; Isla Mujeres; Puerto Morelos; Cozumel y Tulum. El primero de ellos ya lo gobierna el Verde a través de la alcaldesa Ana Patricia Peralta, sin gran aportación para el municipio hasta el momento, y buscan repetir con ella en una contienda que se antoja complicada si en la encuesta interna participan además la diputada federal Anahí González Hernández y la senadora Marybel Villegas Canché quienes han manifestado su interés en participar.
LA GUERRA está declarada en Solidaridad contra el gobierno de alcaldesa panista Lili Campos Miranda quien busca reelegirse como trampolín para la gubernatura en 2027; pertenece al grupo del ex gobernador Carlos Joaquín, un pasado de excesos y rapiña que los quintanarroenses no quieren volver a padecer. En Isla Mujeres parece que la propuesta de la actual alcaldesa ex panista Atenea Gómez Ricalde sofocó divergencias por lo que aparentemente no hay resistencia en apoyarla como propuesta común. Tampoco Puerto Morelos representa complicación para que el Verde continúe gobernando a través de la alcaldesa Blanca Merari Tziu Muñoz; en Cozumel los ánimos siguen encendidos entre la alcaldesa morenista Juanita Alonso Marrufo y el diputado Renán Sánchez Tajonar, líder estatal del Partido Verde quienes llevan más de un año en disputa pública.
