Viven 40 días de incertidumbre

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Viven 40 días de incertidumbre
  • “Avísame cualquier cosa”, fue lo último que Jaim le dijo a su hermana Ilana Gritzewsky, mexicana secuestrada durante el atentado de Hamas a Israel.
SANTIAGO AGUILERA / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- “Avísame cualquier cosa”, fue lo último que Jaim le dijo a su hermana Ilana Gritzewsky, mexicana secuestrada del Kibutz Nir Oz, junto con su novio Matán, durante el atentado de Hamas a Israel, el 7 de octubre.

Ilana, de 30 años, le mandó un mensaje de madrugada, tiempo de México. Le contó que los ataques se estaban intensificando, que no sabía lo que estaba pasando y que estaba refugiada en el cuarto seguro de su casa.

“Los refugios están preparados para ataques aéreos, para misiles, para cohetes. No para tres mil personas sangrientas, entrando a buscar venganza, masacres y muerte”, contó ayer Jaim durante una conferencia en la Ciudad de México organizada por la Embajada de Israel.

“Nunca me imaginé la magnitud de la situación, por lo que le dije como otras veces: ‘Avísame cualquier cosa’. Eso fue lo último que yo le dije”.

Ilana respondió con un mensaje mientras él dormía, le contó que la situación estaba fuera de control. Al despertar, Jaim intentó contactarla pero los mensajes ya no le llegaban. En ese momento, él y su familia empezaron a ver las noticias.

“Quisiera decir que comenzamos a comprender, pero al día de hoy sigo sin entender lo que está pasando”, dijo.

Cuando Mirian Canhi, madre de Ilana, se enteró de las noticias de su hija se negó a hablar con la prensa. Ayer, relató su experiencia con un nudo en la garganta, y aseguró que es momento de alzar la voz.

“Estos 39 días nuestra vida, de toda mi familia, ha estado en pausa. No hay día en los que no recemos y pidamos. No hay día que no volteé al cielo y le pida a Dios, y yo sé que me va escuchar”, dijo la madre de la mexicana.

“Ella es una mexicana que estuvo en México y se regresó (a Israel) el primero de octubre. Es una mexicana que igual que todos dice malas palabras, y que las disfruta, que le encanta comer tacos de canasta. Quiero que me abrace y quiero abrazarla”.

En el encuentro estuvieron presentes seis familiares de víctimas de Hamas: Jaim y la madre de Ilana, Mirian Canhi; Diego Engelbart, cuya hermana, cuñado y dos sobrinas fueron secuestrados durante la incursión; Ricardo Grichner e Itay Eidelman, parientes de Omer Benkerd que fue tomado como rehén en el “Festival por la Paz”; y Natalia Casarotti, madre que perdió a su hijo en ese mismo evento.

“El arcoiris de mi vida fue asesinado el 7 de octubre, cuando intentó escapar de la fiesta”, narró Casarotti, quien en un principio pensó que su hijo Keshet estaba desaparecido.

“Me avisaron después de cuatro días y medio. Yo estaba segura que mi hijo estaba vivo. Y no”, dijo la mujer.

“Hoy quiero pedir y saber que la sangre de mi hijo sea la última sangre derramada en Israel”.

La próxima semana, Keshet habría cumplido 22 años.

Cuestionada sobre cómo ha manejado el dolor, Natalia dice sentir que sus 50 años de vida la prepararon para lo que está pasando ahora.

“Trato de pensar que mi vida me da la fuerza para pasar este tiempo lo mejor posible. Yo sé que tengo la posibilidad de elegir si caerme a la oscuridad o levantarme a la luz. Y caerme a la oscuridad no me va a ayudar en nada”, respondió.

“El día siguiente que lo enterramos yo sentí que mi hijo está bien. Y que tengo que elegir la luz”.

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