‘Aplastó Irán revuelta con violencia sexual’

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'Aplastó Irán revuelta con violencia sexual'
  • Fuerzas de seguridad usaron violaciones y otras formas de violencia sexual para reprimir a manifestantes durante las protestas del movimiento “Mujer, vida y libertad” en Irán.
STAFF / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- Fuerzas de seguridad usaron violaciones y otras formas de violencia sexual para reprimir a manifestantes durante las protestas del movimiento “Mujer, vida y libertad” en Irán, de acuerdo con un informe de Amnistía Internacional (AI) publicado el miércoles.

El documento titulado “‘Me violaron con violencia’: La violencia sexual usada como arma contra el movimiento ‘Mujer, vida y libertad’ en Irán” hace un recuento de 45 sobrevivientes de estos hechos, entre los que se encuentran 26 hombres, 12 mujeres y siete menores.

“La violencia sexual fue utilizada por agentes estatales con total impunidad como arma de tortura para aplastar el espíritu, la autoestima y el sentido de dignidad de las y los manifestantes, con el fin de disuadir futuras protestas y castigarlos por desafiar el establecimiento político y de seguridad, así como su arraigado sistema de discriminación de género, impuesto mediante leyes draconianas, incluidas normas abusivas de obligatoriedad del velo”, declara la organización en el reporte de 120 páginas.

Una serie de protestas históricas se desencadenaron en el país tras el asesinato de la joven de 22 años Masha Amini, el 16 de septiembre de 2022, por no portar el velo de acuerdo a las normas iraníes. Las manifestaciones fueron reprimidas por fuerzas de seguridad.

Las dependencias señaladas de cometer detenciones arbitrarias, tortura y otros malos tratos que incluyen la violencia sexual son los Guardias de la Revolución, la fuerza paramilitar Basij y el Ministerio de Inteligencia así como varios organismos del Comando de Aplicación de la Ley de la República Islámica de Irán, que es la fuerza policial del país, incluyendo la Policía de Seguridad Pública, la Unidad de Investigación y las Fuerzas Especiales.

De acuerdo con el informe, las víctimas fueron sometidas a violaciones, violaciones en grupo y otras formas de violencia sexual por parte de autoridades de inteligencia y fuerzas de seguridad iraníes, tras su arresto en más de la mitad de las provincias de Irán.

“Recuerdo que dos agentes me violaron. Yo era muy pequeña en comparación con ellos”, contó Maryam, una manifestante que fue arrestada junto con sus amigas tras quitarse el velo en una protesta, y fue violada por varios agentes en un centro de detención.

“Los guardias me dijeron: ‘Todas ustedes son adictas al pene, así que las hacemos pasar un buen rato. ¿No es esa la liberación que buscan?'”

De los 45 casos recabados por la organización, 16 fueron víctimas de violación, entre los que se encuentran 6 mujeres, 7 hombres, una joven de 14 años y dos adolescentes de 16 y 17 años. Seis de ellos (cuatro mujeres y dos hombres) sufrieron violaciones en grupo por hasta 10 agentes, de acuerdo con AI.

Otras formas de violencia sexual implicaban que agentes estatales agarraran, tocaran, golpearan, puñetearan y patearan los pechos, genitales y glúteos de los sobrevivientes; los obligaban a desnudarse, a veces frente a cámaras de video; administraban descargas eléctricas, insertaban agujas o aplicaban hielo en los testículos de los hombres; cortaban a la fuerza el cabello de las mujeres y/o las arrastraban violentamente de este; y amenazaban con violar a las víctimas y/o a sus familiares, de acuerdo con la organización.

“Abrieron nuestras piernas y nos dieron descargas eléctricas en nuestros genitales (en la zona del perineo) con pistolas eléctricas paralizantes”, contó Omid a AI, quien fue retenido en una base del grupo paramilitar Basij, y junto con alrededor de 50 detenidos fue sometido a tortura y violencia sexual.

“Si caíamos al suelo después de recibir las descargas eléctricas, nos pateaban en la cara y el estómago, y nos obligarían a ponernos de pie de nuevo, amenazando con que si volvíamos a caer, la próxima vez sería peor”.

Pese a que la organización hace un recuento de 45 casos, advierte que la cifra podría ser mayor debido al miedo de las víctimas a denunciar y la impunidad en el proceso que incluye amenazas por parte de autoridades a los sobrevivientes y sus familias.

“Los fiscales y jueces de Irán no sólo fueron cómplices al ignorar o encubrir las denuncias de violación de los sobrevivientes, sino que también utilizaron ‘confesiones’ contaminadas por la tortura para presentar acusaciones infundadas contra estos y condenarlos a prisión o a la pena de muerte”, dijo la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnés Callamard.

“Las víctimas se han quedado sin recursos y sin reparación; sólo les queda la impunidad institucionalizada, el silenciamiento y las múltiples cicatrices físicas y psicológicas que se extienden profunda y ampliamente”.

Amnistía Internacional dijo que entregó sus hallazgos a la Justicia iraní el 24 de noviembre sin obtener respuesta a fecha de la publicación del documento.

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