NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

SIN DUDA, conmemorar el centenario del asesinato de Felipe Carrillo Puerto, un líder independentista y defensor de los desposeídos, es un ejercicio necesario para recordar y reflexionar sobre la lucha de quienes han dedicado sus vidas a la justicia social en México. Su legado sigue vivo en la memoria colectiva de nuestro país, y su valentía en la defensa de los derechos de los indígenas mayas es una lección que nunca debemos olvidar.

FELIPE Carrillo Puerto nació en Motul, Yucatán, un lugar que hoy recordamos con gran importancia en este centenario. Motul es la cuna de este prócer mexicano, y es precisamente aquí donde el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó ayer una visita significativa para honrar su memoria y reafirmar el compromiso del gobierno con las causas de justicia social que Carrillo Puerto defendió con tanto fervor.

HASTA este municipio distanciado a 42 km de Mérida, la capital yucateca, llegó el mandatario federal para declarar al 2024 como el año del prócer revolucionario. ‘Hoy es un día especial, histórico, porque vamos a conmemorar, a recordar, que un día como hoy hace 100 años, fue asesinado un dirigente social, un político progresista: Felipe Carrillo Puerto’, introdujo el mandatario al iniciar su conferencia mañanera a la que asistió el gobernador panista Mauricio Vila, en calidad de anfitrión.

‘ESTE año de 2024 lo vamos a dedicar a Felipe Carrillo Puerto —retomó el presidente—, va a ser un aniversario luctuoso y al mismo tiempo un homenaje permanente, porque Felipe Carrillo Puerto defendió a los mayas y, además de impulsar el desarrollo en Yucatán, en beneficio de la gente humilde, en beneficio de la gente pobre, es precursor de la defensa de los derechos de las mujeres; es algo excepcional, porque aquí en Yucatán se da ese ejemplo de luchar por la igualdad de las mujeres. Él, su hermana, su familia, sus hijas, hay hasta un texto que él le escribe a una de sus hijas hablando de la importancia de los derechos de las mujeres, de la lucha por la igualdad de hombres y mujeres’.

LA HISTORIA nacional registra a Carrillo Puerto como un hombre visionario que, a principios del siglo XX, enfrentó las duras realidades de su época. Los indígenas mayas eran víctimas de discriminación y eran tratados como esclavos por los hacendados de la región. Carrillo Puerto, a través de su liderazgo en el Partido Socialista del Sureste, luchó incansablemente para cambiar esta situación. Su objetivo era claro: otorgar a los indígenas mayas la dignidad y los derechos que merecían como seres humanos.

SU LABOR no fue en vano, y su legado perdura en las leyes y políticas que hoy protegen a las comunidades indígenas en México. Sin embargo, aún enfrentamos desafíos importantes en la búsqueda de igualdad y justicia para todos. La visita del presidente López Obrador a Motul es una oportunidad para recordar que la lucha de Carrillo Puerto continúa y que debemos seguir trabajando para construir un país más justo y equitativo.

EN ESTOS cien años desde su trágica muerte, hemos avanzado, pero también hemos enfrentado obstáculos. Es esencial recordar que el camino hacia la justicia es largo y a menudo lleno de desafíos. Sin embargo, como sociedad, debemos mantener viva la llama de la lucha por los derechos de los desposeídos y de los pueblos indígenas.

EN CONCLUSIÓN, el centenario del asesinato de Felipe Carrillo Puerto nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre la importancia de su legado y de continuar trabajando para construir un México más justo y equitativo. La visita del presidente López Obrador a Motul simboliza el compromiso del gobierno con estas causas, pero también nos recuerda que la responsabilidad recae en todos nosotros como ciudadanos. Carrillo Puerto nos enseñó que la lucha por la justicia nunca debe detenerse, y es nuestro deber seguir ese ejemplo.

@Nido_DeViboras