NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

EL RETRASO de vuelos de la aerolínea Mexicana en su segunda semana de operación como empresa pública ha sido la gran nota del escándalo que tratan de inflar los adversarios para desacreditar al gobierno de la Cuarta Transformación pero resulta que en un mundo donde la movilidad y la conectividad son esenciales, las demoras son un preocupación recurrente en todos los aeropuertos tanto para los viajeros como para la industria de la aviación.

SEGÚN datos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), en 2023 se registraron un total aproximado de 10,000 retrasos y 1,500 cancelaciones de vuelos en los aeropuertos mexicanos. Estos incidentes afectaron a miles de pasajeros y tuvieron un impacto económico significativo, estimado en alrededor de 50 millones de dólares durante el año que acaba de concluir.

LAS MÁS de 2 mil quejas presentadas en 2023 ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) dan una perspectiva adicional sobre la dimensión del problema de la impuntualidad y las cancelaciones de vuelos particularmente en los aeropuertos más concurridos del país como el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el Aeropuerto Internacional de Cancún y el Aeropuerto Internacional de Guadalajara, que registraron múltiples incidentes a lo largo del año.

NINGUNA aerolínea nacional se salva de haber estado bajo la lupa por no cumplir con los estándares de puntualidad y atención al cliente. Aeromexico, Volaris, Viva Aerobus todas han sido blanco, aunque siempre encuentran una justificación, ‘malas condiciones meteorológicas’, ‘fallas técnicas’ y ‘falta de personal’ por recurrencia a reportarse enfermos —así como lo escucha apreciable lector—.

POR QUÉ escandalizar con retrasos de vuelos ahora que le ocurre también a Mexicana, ¿nada más porque es la aerolínea rescatada de la quiebra por el gobierno de la Cuarta Transformación? Ahora es una empresa pública tras el fracaso en manos de la iniciativa privada que a su vez la había adquirido del Estado a precio de remate durante el período neoliberal.

NOTICIAS con un manejo escandaloso como esta, sin sustento informativo y carentes de rigor periodístico, lejos de afectar la imagen de Andrés Manuel López Obrador y su proyecto de transformación, refuerza la teoría presidencial de que se trata sólo de una campaña mediática de mentiras y calumnias orquestada por el grupo de conservadores opuestos a la 4T, con el único objetivo de desprestigiarlo, sin éxito.

NO ES el periodismo el que está en crisis sino el viejo modelo de negocio como se venía ejerciendo el periodismo, concentrado en un monopolio de empresarios afines a los grupos de poder y gobiernos del periodo neoliberal, donde el dinero para los ‘grandes periodistas’ corría a carretadas. Con la evolución de la comunicación digital los poderosos ‘medios nacionales’ sufrieron una caída en sus audiencias al encontrar en las redes sociales una opción de comunicación directa y en tiempo real con sus interlocutores.

ESTA nueva forma de comunicación está controlada por el nuevo monopolio llamado Google, ellos deciden qué noticias se vuelven tendencia, que no necesariamente son las ocho columnas que llevan los principales medios nacionales. Despojados de la publicidad comercial que naturalmente migró hacia las páginas digitales vía Internet, los medios de información convencionales recibieron la estocada con la política de austeridad aplicada por el presidente Andrés Manuel de cerrar la llave presupuestal a los jugosos convenios de publicidad y negocios alternos al amparo de los gobernantes en turno. Ahora tienen piso parejo con los medios de comunicación prejuzgados como ‘chiquitos’ y el éxito dependerá de cada talento.

@Nido_DeViboras