Por KUKULKÁN
EN EL ÚLTIMO tramo de su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador enfrenta un panorama jurídico que definirá en gran medida su legado. Con un paquete de reformas pendientes por consumar antes de concluir su mandato, pero el que tenga o no éxito dependerá de que Morena gane la mayoría calificada en el Congreso de la Unión durante la próxima jornada electoral donde se elegirán presidente de la república, diputados, senadores, gobernadores y presidentes municipales.
ALGUNAS de estas reformas ya habían pasado por la aprobación del Poder Legislativo pero el Judicial les dio marcha atrás, como la reforma para que las fuerzas armadas intervengan en tareas de seguridad pública, la reforma electoral para disminuir el presupuesto al consejo general, la relativa a la extinción de órganos autónomos y fideicomisos para privilegios de ‘servidores públicos’. Además de otras como elevar a rango constitucional los programas sociales del gobierno de la Cuarta Transformación, la pensión para personas con discapacidad y Sembrando Vida.
PERO sin duda la batalla más desafiante a enfrentar será la polémica reforma judicial que busca la elección popular de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación con el fin de acabar con la relación aviesa de intereses que estos mantienen con los grupos de poder hegemónico del país.
LA PRETENSIÓN del presidente López Obrador y su partido, Morena, ha sido objeto de intenso debate desde su concepción. Los críticos argumentan que busca concentrar demasiado poder en el Ejecutivo y socava la independencia del Poder Judicial. Mientras tanto, los defensores sostienen que es una medida necesaria para combatir la corrupción y la impunidad que han plagado al sistema judicial en México.
DESDE sus mañaneras, el presidente ha sido directo en sus críticas contra jueces, magistrados y ministros por violar la Constitución, a pesar de ser ellos los supuestos garantes de hacerla respetar, al negarse a ganar menos salario que el titular del Poder Ejecutivo; además de servir a intereses de la oligarquía mexicana, no del pueblo que todos los días sufre injusticias e impunidad.
ESTA batalla legal promete ser intensa, ya que no sólo involucra el apoyo del Congreso, sino también la revisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Los próximos meses serán cruciales para determinar si la reforma judicial avanza o se estanca en el limbo político.
EN EL TRAYECTO también se encontrará con la candente reforma al sistema de pensiones por retiro que busca mejorar las condiciones laborales. El éxito o fracaso de estas iniciativas dependerá en gran medida de la habilidad del presidente López Obrador y su equipo para aplicar estrategias de persuasión, movilizar a sus seguidores y lograr consensos en el Congreso.
EN RESUMEN, las batallas jurídicas que enfrenta el presidente Andrés Manuel López Obrador al cierre de su gobierno son cruciales para el futuro de México. La nación observa con atención, consciente de que estas decisiones tendrán un impacto duradero en su futuro.
