NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

EN LA VIEJA casona de la colonia Nápoles, alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México, oficina sede del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, comienza a sonar cada vez con mayor fuerza el rumor de que muy pronto habrá cambios en la estructura partidaria y que el actual dirigente Mario Delgado Carrillo entregará la estafeta del mando al ex aspirante presidencial Adán Augusto López Hernández, quien tendrá la responsabilidad de serenar los ánimos que dejó el proceso de selección interna de la candidata presidencial, así como posteriormente llevar a buen puerto la campaña de la morenista Claudia Sheinbaum Pardo.

EL DESGASTE que arrastra el actual líder morenista tras la serie de inconformidades internas generadas por las encuestas para elegir candidatos a los cargos de elección popular en todo el país, obliga a un urgente cambio de estafeta de cara al proceso electoral en que los mexicanos votarán por presidente de la república, legisladores federales, nueve gobernadores y decenas de presidentes municipales prácticamente en toda la geografía nacional, mismas que Morena pretende llevarse en carro completo para alcanzar la mayoría calificada requerida por el presidente Andrés Manuel López Obrador a fin de llevar a cabo sus grandes reformas antes de concluir su mandato.

ALLÁ en Palacio Nacional ven en Adán Augusto una nueva era y la unidad que México necesita. En tiempos políticos, los cambios y las estrategias son cruciales para mantener el rumbo y asegurar el éxito. En ese sentido, la posible designación del ex aspirante presidencial como nuevo dirigente nacional de Morena marcaría un giro significativo en el panorama electoral de junio de 2024. Es innegable la relación sólida y de confianza que existe entre López Obrador y su paisano López Hernández. Esta confianza mutua será un factor clave en la decisión.

¿QUÉ garantía de triunfo tiene Adán Augusto? La elección de Claudia Sheinbaum como candidata presidencial es estratégica y refleja la visión de López Obrador para continuar su proyecto de transformación en México. Sheinbaum ha demostrado liderazgo y capacidad en su papel como jefa de gobierno de la Ciudad de México, y su ascenso a la candidatura presidencial es una apuesta para mantener la continuidad en las políticas de su administración. Sin embargo, para lograr el triunfo, requiere del apoyo de un experimentado operador político, de todas las confianzas del presidente, y quién mejor que el también ex gobernador de Tabasco.

EN CONTRASTE, el actual dirigente Mario Delgado ha enfrentado críticas y descontento dentro de algunos sectores del partido. Su liderazgo ha sido cuestionado en momentos cruciales y su capacidad para unir al partido se ha visto limitada. La posible también es un mensaje de fortaleza para el sureste mexicano, considerado el bastión político y financiero de la era post-Andrés Manuel López Obrador, cuando este se retire a su finca en Palenque Chiapas.

DOTADO de envidiables recursos naturales y potencial económico, el sureste ha sido una región estratégica en los planes de la Cuarta Transformación. La designación de Adán Augusto López Hernández como líder de Morena y su papel en la campaña de Claudia Sheinbaum refuerzan la importancia de esta región en el proyecto político del partido.

SIETE de los estados que los conforman (Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán) aportarían 60 diputados federales a la cauda del presidente, en caso de ganar arrolladoramente los comicios del domingo 2 de junio, el 20 por ciento de los 300 distritos electorales del país. Por ser oriundo de Tabasco, se espera que López Hernández tenga una perspectiva particularmente sensible a las necesidades y desafíos que enfrenta el sureste. Esto es crucial dado que el gobierno de la Cuarta Transformación ha enfocado sus esfuerzos en impulsar el desarrollo económico y social en esta zona del país.

@Nido_DeViboras