NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

COMO su campaña ‘nomás’ no prende, además nada le sale bien y hasta en sus propias encuestas pierde, la candidata del frente opositor Xóchitl Gálvez emulará al presidente Andrés Manuel López Obrador y a partir del este lunes iniciará sus conferencias mañaneras ante la urgencia de elevar su popularidad luego de que las más recientes mediciones en preferencias electorales le sigue dando el triunfo a la candidata morenista Claudia Sheinbaum por una diferencia de 30 puntos, lo que humanamente parece irreversible.

QUIENES la impulsaron a tomar esa decisión parecen haberla abandonado en el camino ante el desolador horizonte de derrota electoral que le depara; saben que no ganará la presidencia, pero no les queda otra más que seguir la batalla para impedir que Morena y sus aliados alcancen la mayoría calificada requerida en el Congreso de la Unión para modificar la Constitución, con el fin de continuar con el desmantelamiento de las instituciones de lo que el presidente llama el neoporfirismo.

LA BATALLA final presagia la encrucijada del destino político de México. A cinco meses de las elecciones presidenciales, el panorama se pinta en tonos de esperanza y desafío. En el cierre de campaña del 18 de enero, una figura se alzó con una ventaja sorprendente: Claudia Sheinbaum. Las encuestas no mienten y nos revelan una historia de liderazgo y conexión con el pueblo mexicano.

CON UN 30% de ventaja sobre su más cercana competidora, Xóchitl Gálvez, Sheinbaum parece estar marcando un antes y un después en la política mexicana. Su figura ha resonado en el corazón de México. Su estilo, directo y comprometido, ha sabido capturar la atención de una nación anhelante de cambio. ¿Pero qué nos dice esta ventaja? ¿Es simplemente un reflejo del carisma de una candidata o hay algo más profundo en juego?

POR OTRO lado, Xóchitl Gálvez no está fuera de la lucha. Con una carrera política notable y un compromiso con la transparencia y la innovación, Gálvez representa una voz importante en el debate nacional. Sin embargo, enfrenta el enorme desafío de acortar una brecha significativa. ¿Podrá, en estos próximos cinco meses, conectar de manera más profunda con el electorado y cambiar el curso de las encuestas? ¿Podrá con su mañanera?

AUNQUE no son un oráculo infalible, las encuestas sí marcan tendencias. La ventaja de Sheinbaum no es sólo un número; es un reflejo de un sentir popular, una mezcla de esperanza, cansancio y deseo de renovación. Sin embargo, la historia política nos enseña que las sorpresas son siempre posibles. Estas elecciones son más que una simple contienda entre dos candidatas. Son un reflejo de la sociedad mexicana, de sus anhelos y sus temores. Sheinbaum y Gálvez no sólo están luchando por la presidencia; están luchando por el alma de un país.

A MEDIDA que nos acercamos a junio, los ojos de México y del mundo estarán puestos en esta batalla electoral. ¿Será Sheinbaum quien guíe a México hacia un nuevo amanecer? ¿O veremos a Gálvez remontar y sorprender a la nación? Sólo el tiempo lo dirá, pero una cosa es cierta: el futuro de México está en juego, y cada voto contará en esta decisiva batalla por el destino de una gran nación.

@Nido_DeViboras