NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

EN EL REPARTO del pastel electoral entre los partidos que integran la alianza ‘Seguimos Haciendo Historia’ en Quintana Roo, hubo muchos que se sintieron merecedores de una generosa rebanada y que nomás se quedaron milando como el chinito, lo que inevitablemente en el camino dejó heridos y caras largas de quienes, ilusionados, ya se veían una presidencia municipal, una diputación local o federal, así como alguna senaduría, en total 32 posiciones además de decenas de regidores. Los excluidos tuvieron que apechugar los resultados de las encuestas y las decisiones asumidas por el Comité Ejecutivo Nacional de Morena con la firme promesa de ‘ahora sí les toca a la que viene’.

HUBO quienes no tuvieron otra que aceptar calladitos los resultados porque no son figuras representativas, necesitan de un partido o alianza fuerte que los impulse políticamente, pero sobre todo debe allegarse de un padrino con influencia en las grandes ligas a la hora de las negociaciones y amarres. Entre los que reunían todos estos requisitos y ni así fueron tomados en cuenta, hay quienes se sienten ‘traicionados’, ‘invisibilizados’, los que seguramente en los próximos días o semanas felizmente les abrirán las puertas opositoras donde escasean figuras representativas para la competencia.

UNO de los excluidos, Pablo Bustamante Beltrán, secretario del Bienestar en el estado, quien dispuso de toda una estrategia mediática para promocionarse como ‘el nuevo rostro de Cancún’ (con la intención de levantar simpatías del electorado durante las encuestas aplicadas para el proceso de selección interna para el candidato a la candidata a la presidencia municipal de Benito Juárez) nomás no pintó a pesar de que en plena era de la comunicación digital le quiso imprimir suspenso con pintas y espectaculares con la leyenda ‘Ya llegó Pablo’ para, según su mercadólogo queremos imaginarnos, ir tejiendo sobre la marcha el factor sorpresa, que no terminó más que sorprendiendo a él mismo.

AYER de plano salió, sin el ego inflamado que lo caracteriza, a decir públicamente que por el momento no aspira a algún otro cargo público, que seguirá desempeñándose como titular de la Secretaría del Bienestar hasta que así lo determine la gobernadora Mara Lezama Espinoza, a cuyo equipo del war room seguramente no les gustó que el senador verde ecologista Manuel Velazco viniera a Quintana Roo el año pasado a destapar a Pablito, por los buenos resultados obtenidos por el partido del tucán durante la elección de gobernadora en 2022 justo cuando Bustamante fue su dirigente estatal. Esa vez, sin mayor introducción, le levantó la mano presentándolo como el futuro gobernador del estado, capítulo que seguramente pasará a la historia como ‘el Beso del Diablo’.

DENTRO del propio Verde hubo quienes fueron beneficiados o beneficiadas, sin hacer el mínimo esfuerzo, por la simple inercia de los acuerdos políticos y las conveniencias para el proyecto de la Cuarta Transformación. En el único municipio gobernado por el Verde, Puerto Morelos, la alcaldesa Blanca Merari Ramos Tziu fue electa como candidata para reelegirse provocando la ruptura tanto con morenistas como petistas de la localidad, lo que viene a complicarle la competencia en caso de que la regidora Fernanda Alvear acepte los coqueteos de convertirse en candidata del frente opositor conformado por el PAN, el PRI y todos los morenistas decepcionados y desilusionados que se sumarían para apoyarla. Así que a Blanquita el gozo se le podría ir al pozo.

@Nido_DeViboras