José Luis Carrillo
Hagamos memoria:
¿Recuerda usted algún presidente de México que siguiera siendo el actor principal, faltando tres meses para elegir a su sucesor, o poco más de seis para concluir su mandato constitucional?
Yo tampoco…
El último gran protagonismo presidencial negativo que recuerdo fue el de José López Portillo, cuando quedando pocos meses para dejar el cargo, nos aventó aquel mensaje célebre previo a una funesta devaluación del peso mexicano:
¡Ya nos saquearon, no nos volverán a saquear… Defenderé el peso como un perro!
¡Y GUAUUU, que se nos vino la primera devaluación!
Para nadie es un secreto que el mandatario mexicano “descansa haciendo adobes” y que además de la famosa “Mañanera”, los fines de semana, también gusta de ser protagonista.
Lo hemos visto recorriendo la Península de Yucatán a bordo del Tren Maya, acompañado de la ‘Grey empresarial’ y a los pocos días, realizando un acto en Monterrey con los “hombres del billete regio” y sin dar muestras de cansancio, viajar a Nuevo Laredo para inaugurar instalaciones militares.
Por ende, el anuncio hecho por el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 5 de febrero, no nos sorprende, ya que es un mandatario que gusta de aplicar la semiótica, “empatándola” con la semántica.
López Obrador sabe y le gusta mandar mensajes “por arriba y por abajo”.
El mandatario tiene claro que las reformas propuestas, quizá puedan ser discutidas, pero resulta sumamente complicado que sean aprobadas, y no solamente porque Morena y aliados, no reúnen mayoría en ambas Cámaras, sino adicionalmente al poco tiempo que resta a la legislatura actual.
Sin embargo, eso NO importa, ya que lo relevante es seguir siendo tema de conversación nacional.
El objetivo estratégico del anuncio se ha cumplido; López Obrador las anuncia y la candidata puntera, Claudia Sheinbaum de inmediato las “hace suyas” y confirma que su plan de Gobierno estará centrado en ellas.
Mientras que las propuestas de reformas de un presidente que casi finaliza su mandato constitucional, se convierten en el principal tema de conversación de todos los “opinólogos vocacionales”.
¡Un asertivo y acertado mensaje de continuismo de la cuarta transformación!
Porque con las 20 reformas propuestas, se están preparando los cimientos de la campaña de Sheinbaum y del bautizado “segundo piso” de la 4T.
De estas iniciativas de reformas propuestas, 18 son de rango constitucional, y siete se perciben como sumamente controversiales.
Más que una reforma al Poder Judicial para que sean los ciudadanos quienes elijan a los mi 644 jueces y magistrados en México y reducirles sus respectivos períodos; López Obrador busca reactivar aquel eslogan político:
¡Sólo el pueblo, puede salvar al pueblo!
Adicionalmente, cinco de ellas suenan sumamente interesantes:
- 1.- Prohibición del maíz transgénico, el ‘fracking’ y la minería a cielo abierto.
- 2.-Reconocimiento de pueblos originarios y afromexicanos.
- 3.-Eliminación de organismos autónomos.
- 4.-Voto popular de jueces y magistrados.
- 5.-Cambios en el sistema de pensiones.
- Sin soslayar la eliminación de los legisladores plurinominales, propuesta que suena más de propaganda que de fondo.
Será el sereno, pero todos, todos… Simpatizantes y adversarios de López Obrador siguen hablando de sus propuestas de FUTURO, y no pareciera que está a meses de dejar de ser el inquilino del Palacio Nacional.
¿Alguien duda que López Obrador es imparable?
¿Será derrotable?
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