- En el último reducto de la Colina del Perro subsisten los sellos de suspensión de actividades, colocados para clausurar la construcción de lo que iban a ser dos torres con 34 pisos.
IVÁN SOSA / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- En el último reducto de la Colina del Perro subsisten los sellos de suspensión de actividades, colocados para clausurar la construcción de lo que iban a ser dos torres con 34 pisos distribuidos en ambas, con 64 departamentos de lujo.
En el predio de Paseo de los Laureles 278, en la Colonia Bosques de las Lomas, de la Alcaldía Cuajimalpa, ninguna actividad se realiza al interior ni hay vigilantes.
En los 5 mil 676 metros cuadrados de terreno, sólo se permite una vivienda por cada 1000 metros cuadrados, de acuerdo con el expediente de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) de 2018.
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“En total, 5 viviendas en 3 niveles, 9 metros máximo de altura, con 50 por ciento de área libre”, apuntó la PAOT.
Sin acatar estas limitantes, funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) otorgaron un Polígono de Actuación y certificados de uso de suelo con mayor potencial para edificar el proyecto.
A partir de denuncias vecinales, estos permisos fueron impugnados por la PAOT en un juicio en el Tribunal de Justicia Administrativa (TJA), que el 30 de noviembre de 2020 anuló las autorizaciones de Seduvi.
“El TJA ordenó a la Seduvi considerar sin efectos los Certificados de Zonificación de Uso del Suelo, emitidos el 6 de julio de 2016, 15 de noviembre de 2016 y 25 de enero de 2017, así como el Dictamen para la Constitución del Polígono de Actuación del 11 de octubre de 2016”, anotó la PAOT.
Adheridos a la fachada y el portón, se observan borrosos los sellos colocados por el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) desde 2019, junto a la leyenda del proyecto: La Colina 278. Residencial.
DE LOS HIJOS DE SASHA
A los 78 años, la actriz Sasha Montenegro falleció el 14 de febrero. Fue la segunda esposa del ex Presidente José López Portillo y una de las protagonistas principales de los pleitos legales entre familiares del ex Mandatario por la propiedad de uno de los íconos de la corrupción del priismo.
Se trató de un conjunto residencial que empezó a construirse en 1982, el último año de aquel sexenio, con acusaciones de precios preferenciales y uso de recursos públicos para su edificación.
En 2017 fue demolida la casa-biblioteca, la única de las construcciones originales que se mantenía en pie y fue vendida por los hijos de Montenegro y López Portillo a un fideicomiso. Vino entonces el intento por levantar un edificio que, a la fecha, sigue entrampado.
“En virtud de la invalidez de los actos impugnados, quedan obligadas las autoridades demandadas como auxiliares del cumplimiento de la sentencia en razón de su competencia, a la demolición de los trabajos de construcción amparados con los actos declarados nulos”, ordenaba la sentencia que frenó todo.
Dentro, yacen varillas de la estructura de cimentación de lo que serían las torres, a pesar de la orden de demolición.
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