- Mario Aburto Martínez presentó un amparo contra el “carpetazo” dictado por la FGR en la investigación sobre las presuntas torturas en su agravio.
ABEL BARAJAS / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Mario Aburto Martínez presentó un amparo contra el “carpetazo” dictado por la Fiscalía General de la República (FGR) en la investigación sobre las presuntas torturas en su agravio y por las que acusa a personajes como Manlio Fabio Beltrones y el expresidente Carlos Salinas.
El asesino de Luis Donaldo Colosio interpuso su demanda judicial el pasado 14 de marzo ante Paloma Xiomara González, juez segundo de Distrito en Amparo de la Ciudad de México.
Según registros judiciales, aunque la juez admitió el juicio de garantías, aún no le ha dado trámite porque dicha demanda fue presentada por los representantes legales de Aburto.
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Ante ello, la juzgadora giró oficios para que un actuario judicial busque a Aburto en el Centro Federal de Readaptación Social de Ocampo, Guanajuato, y le requiera ratificar con su firma este amparo. Una vez que eso suceda, iniciará el curso de su demanda.
El 21 de noviembre, la Fiscalía del caso Colosio propuso archivar la averiguación previa 2080/94, por carecer de evidencias de tortura, pero Aburto presentó un recurso de inconformidad.
La consulta del no ejercicio de la acción penal fue turnada a un funcionario de mayor jerarquía que al final autorizó el “carpetazo”, porque estimó que es deficiente en su metodología el Protocolo de Estambul practicado al asesino el 30 de septiembre de 2021 y que concluye que fue víctima de vejaciones.
Aburto presentó ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) una queja en la que acusó de torturas a agentes de la entonces PGR, junto con el entonces gobernador de Sonora, Beltrones, por órdenes del presidente Salinas.
Derivado de esta queja, en septiembre de 2021 la CNDH emitió una recomendación a la FGR para investigar las supuestas vejaciones y esa resolución dio lugar a que la Fiscalía no sólo indagara las torturas, sino que reabriera la investigación del caso Colosio, después de casi tres décadas.
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