- Javier Milei, planea despedir a 70 mil empleados públicos en los próximos meses, en una de las señales más claras hasta ahora de su enfoque estilo motosierra con el cual pretende reducir el tamaño del Estado.
STAFF / AGENCIA REFORMA
BUENOS AIRES, ARGENTINA.- El Presidente argentino, Javier Milei, planea despedir a 70 mil empleados públicos en los próximos meses, en una de las señales más claras hasta ahora de su enfoque estilo motosierra con el cual pretende reducir el tamaño del Estado.
Además de los recortes laborales, Milei alardeó sobre el congelamiento de las obras públicas, sus recortes al financiamiento de los Gobiernos provinciales y cancelar 200 mil planes de bienestar social, que calificó de corruptos. Todo, dijo, es parte de su estrategia para alcanzar un equilibrio fiscal a cualquier precio este año.
“El ajuste fiscal que hicimos tiene mucho de motosierra y de licuadora”, expuso el Mandatario durante un discurso en el IEFA Latam Forum el martes, en referencia a la erosión de los salarios y las pensiones por la inflación.
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Aunque una pequeña fracción de los 3.5 millones de trabajadores del sector público de Argentina serán despedidos, los recortes anunciados por Milei seguramente enfrentarán más rechazo por parte de los poderosos sindicatos del país y podrían poner en peligro sus altos índices de aprobación.
Un gremio que representa a trabajadores del Gobierno se declaró en huelga el martes, al tiempo que un informe oficial afirmaba que los trabajadores del sector privado sufrieron la peor pérdida salarial mensual en al menos tres décadas cuando el Presidente de ultraderecha asumió el cargo en diciembre.
En respuesta, Milei citó encuestas que muestran que los argentinos son más optimistas sobre el futuro de la economía, y destacó que un indicador reciente de la confianza pública en su Gobierno aumentó a pesar de sus medidas.
Sin embargo, el impacto de la inflación en Argentina ha provocado un fuerte salto de la indigencia al 11.9 por ciento a finales de 2023, al tiempo que la pobreza aumentó a 41.7 por ciento.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos reportó ayer que 12.3 millones de argentinos están en situación de pobreza, según datos correspondientes al segundo semestre del año pasado. Al menos 3.5 millones de ellos son indigentes.
Las cifras representan un empeoramiento de las variables sociales respecto al primer semestre del año pasado, cuando la pobreza creció hasta el 40.1 por ciento y la indigencia fue de 9.3 por ciento.
El país sudamericano cerró 2023 con una inflación de 211.4 por ciento, la cual es de las más altas del mundo.
Estudios privados del Observatorio de la Deuda Social Argentina dieron cuenta de un deterioro de los indicadores sociales a principios de 2024 dadas las políticas de ajuste y desregulación de la economía de Milei, en especial, la devaluación del 54 por ciento del peso argentino que generó un incremento de los valores de la canasta básica.
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