- Baches, grietas, daños en barreras de contención, autos mal estacionados y hasta un tiradero de escombro dan la “bienvenida” a quienes llegan a la Ciudad.
JOSÉ VILLASÁEZ / AGENCIA REFORMA
MONTERREY, NL.- Baches, grietas, daños en barreras de contención, autos mal estacionados y hasta un tiradero de escombro dan la “bienvenida” a quienes llegan a la Ciudad a través del Aeropuerto Internacional de Monterrey.
Ese es el deterioro y desorden que presenta la vialidad que conecta a la terminal aérea con la Avenida Miguel Alemán y la Autopista al Aeropuerto.
De 2 kilómetros de longitud, la evidente falta de mantenimiento del Bulevar al Aeropuerto es la primera mala impresión para turistas nacionales y extranjeros.
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Muy cerca de su conexión con las zonas de estacionamiento del Aeropuerto, ambos sentidos del bulevar tienen baches, grietas y desniveles.
Los daños en el pavimento también se presentan al ingresar al bulevar a través Miguel Alemán, en dirección a la terminal área.
“Aquí en la curva antes de entrar (de Miguel Alemán al bulevar) estaba peor, ya era un hundimiento, un pozo muy grande, pero hace poco le metieron pavimento”, dijo un taxista del Aeropuerto.
“Pero lo que es acá (en el resto del bulevar) tienen años en que no le meten mano, sobre todo allá por el retorno a la entrada (a los estacionamientos)”.
El deterioro en el bulevar también se presenta en sus barreras de contención, como las de un retorno donde están caídas o de plano desaparecieron.
A ello se suma el peligro que representan decenas de vehículos que son estacionados en zonas prohibidas del bulevar, entre el Aeropuerto y el entronque a la Autopista.
Además, un terreno a la orilla de la vialidad es usado como tiradero de escombro.
El bulevar es de jurisdicción federal y es vigilado por la Guardia Nacional División Caminos, antes Policía Federal.
Las malas condiciones del Bulevar al Aeropuerto contrastan con la modernización de la terminal aérea, y también con la recién rehabilitada Autopista al Aeropuerto que, sin embargo, sigue con riesgos al haberse quedado sin acotamientos.
En cambio, su deterioro está a tono con los daños que presenta Miguel Alemán en diferentes tramos.
“Debería de estar impecable (el bulevar) por toda la gente que entra y sale por aquí (de la Ciudad), pero está como todas las demás calles que tenemos”, mencionó Sergio González, empleado de un negocio junto al bulevar.
