Cierran pozo en CDMX; siguen dudas

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Cierran pozo en CDMX; siguen dudas
  • Martí Batres dejó ayer más dudas que certezas sobre la contaminación del agua que padecen en siete colonias de Benito Juárez.
STAFF / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- Tras una exposición de poco más de 30 minutos sobre el tema, el Jefe de Gobierno Martí Batres dejó ayer más dudas que certezas sobre la contaminación del agua que padecen en siete colonias de Benito Juárez.

En una conferencia en la que advirtió que no habría preguntas, el Mandatario confirmó que fue cerrado y limpiado el Pozo Alfonso XIII, que el martes tomó el Ejército y que es considerado el origen del problema.

Sin embargo, y a pesar de que informó que se han tomado más de 400 muestras y que los análisis químicos han sido cada vez más especializados, evitó decir qué sustancia propicia el olor en el agua y el riesgo que representa para quienes en su momento la utilizaron.

Tampoco, cuál fue la causa por la que se mezcló el agua potable con el contaminante. Sobre la solución, dijo que esperarán a que se resuelva con la circulación en aproximadamente dos semanas.

“Ya no está entrando a la red agua proveniente de este pozo. Evidentemente, en la red todavía queda agua de la que estuvo lanzando el pozo en algunos fragmentos y zonas, pero se va a ir limpiando con el agua que llega a presión de las otras fuentes”, comentó.

Por lo menos en Nonoalco, una de las colonias afectadas, vecinos aseguran haber notado el olor desde la última semana de marzo. Batres insistió en que el primer reporte lo recibió el organismo el domingo 31 a las 23:30 horas y que al día siguiente iniciaron un despliegue interinstitucional para atender las quejas.

Myriam Urzúa, titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos de la CDMX, destacó que de cinco empresas con manejo de químicos, solventes, lubricantes, plásticos, entre otros similares, cercanas al pozo contaminado fueron inspeccionadas. Dos fueron suspendidas.

Ayer nuevamente se registró por segundo día consecutivo un bloqueo en Insurgentes. “El agua sigue llegando igual, con mal olor a gasolina, como un solvente, como insecticida”, comentó Alejandra Moreno, una vecinas de la Benito Juárez.