- Las candidatas Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum se lanzaron múltiples ataques durante el segundo debate presidencial.
ERIKA HERNÁNDEZ / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Desde el primer minuto iniciaron los ataques. Xóchitl Gálvez (PAN-PRI-PRD) y Claudia Sheinbaum (Morena-PT-Partido Verde) protagonizaron anoche un acalorado debate donde se atacaron con todo hasta decirse “narcocandidata” o “corrupta”.
El segundo debate presidencial, con un formato ligeramente más flexible para el intercambio entre candidatos, fue aprovechado por la aspirante presidencial opositora Xóchitl Gálvez para conectar 36 señalamientos o acusaciones en contra de Claudia Sheinbaum y el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sheinbaum también atacó desde el inicio, se mostró ecuánime ante los embates de Gálvez y salía bien librada con las propuestas que llevaba para la contienda.
En la segunda hora del debate, Claudia Sheinbaum entró más al intercambio de descalificaciones hasta sumar 18 contra su rival y el PRIAN que lidera la coalición que abandera Xóchitl.
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Desde el arranque, la panista Gálvez soltó: “los delincuentes ya tienen partido. Morena se ha convertido en un narcopartido”.
Sheinbaum respondió: “el único narcogobierno que ha existido declarado es el de Felipe Calderón, del PAN”.
Durante las casi dos horas de debate, prácticamente en todas sus intervenciones, con el guion que llevaba, Xóchitl Gálvez llamó a Sheinbaum la candidata “de las mentiras” y luego combinó distintos epítetos como “candidata del combustóleo” y la acusó sin fundamento de usar 400 millones de pesos del erario para promover su imagen y cuestionarle si estaría dispuesta a investigar a los hijos del presidente o la aspirante morenista en Veracruz, Rocío Nahle.
Volvió a atacar con temas que ya había dicho en el primer debate cuando le dijo: “se te cayó el Rébsamen, se te cayó la Línea 12. Tú no vas a ser presidenta: se te caería el País”.
Incluso, violó un acuerdo del debate en cuanto a que nadie exhibirían pancartas mientras intervenía un adversario, pues cuando hablaba la morenista Gálvez mostraba pancartas con la leyenda “Claudia miente” o hacía señas de que todo lo dicho por la morenista era palabrería.
Exhibió en cámaras un dibujo con la silueta de Sheinbaum y una nariz de Pinocho.
Por su parte, Sheinbaum acusó a la hidalguense de dar contratos ilegales cuando fue jefa delegacional en la Miguel Hidalgo, en la CDMX, y que cuando fue titular de la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas, la empresa de la que es dueña obtuvo 17 contratos millonarios ilegalmente.
Le echó en cara que no haya reprobado la represión en contra de los campesinos de San Salvador Atenco, cuando se opusieron a la construcción del aeropuerto en Texcoco; y le cuestionó querer energías limpias para hacer negocios sucios.
Para entonces, los disparos de la candidata de oposición se multiplicaban al grado de retar a la morenista a tomar agua de Iztapalapa que traía en un frasco, y la acusó de “robarse” una casa en Tlalpan.
“La única corrupta aquí es la candidata del PRIAN”, soltó Sheinbaum y anunció que en lo que restara del debate la llamaría así.
En la segunda mitad del encuentro, la morenista aseguró que Xóchitl había avalado minas a cielo abierto y la señaló por pertenecer a la “Priandilla Inmobiliaria”, en relación al llamado “Cártel Inmobiliario” de la Alcaldía Miguel Hidalgo.
Al final, ambas candidatas celebraron con sus simpatizantes en actos por separado y se declararon ganadoras.
Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, no entró al juego de las acusaciones y formuló propuestas sobre los temas pactados.
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