STAFF / LUCES DEL SIGLO
CIUDAD DE MÉXICO.- China está intensificando su estrategia de atracción de Inversión Extranjera Directa (IED), enfocándose especialmente en el sector tecnológico, con el fin de contrarrestar el efecto nearshoring y retener empresas dentro de su economía, de acuerdo con el experto en finanzas Roberto Guzmán García.
Para alcanzar esta meta, el gobierno de China ha puesto en marcha un programa de inversión entrante que facilitará la entrada de capital extranjero en empresas tecnológicas chinas, relajando restricciones históricas que dificultaban la inversión extranjera en empresas chinas cotizadas en bolsa.
Estas medidas, señaladas por Roberto Guzmán García, no sólo buscan fortalecer el sector tecnológico chino, sino también mejorar el clima de inversión extranjera en el país.
Este cambio estratégico hacia una “capital paciente” es crucial para fomentar industrias emergentes vitales para la transición económica de China, alineándose con la defensa del presidente Xi Jinping por las “nuevas fuerzas productivas de calidad” y buscando avanzar la economía a través de la innovación tecnológica.
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Roberto Guzmán García destaca el papel crítico del capital paciente en el financiamiento de esfuerzos de investigación y desarrollo (I+D), especialmente para las startups tecnológicas, caracterizado por un compromiso duradero y mínima intervención en las operaciones de la empresa.
Una parte fundamental de este marco político, menciona Roberto Guzmán García, se centra en agilizar el acceso para inversores extranjeros, simplificando los procesos de aprobación para iniciativas como los programas de Inversor Institucional Extranjero Calificado (QFII) y el Programa de Inversor Institucional Extranjero Calificado en Renminbi (RQFII), garantizando una entrada eficiente al mercado y mejorando las actividades operativas para instituciones extranjeras.
China también busca diversificar los canales de financiamiento para impulsar la innovación en ciencia y tecnología, apoyando la emisión de bonos en RMB dirigidos al sector tecnológico por parte de instituciones extranjeras elegibles, y estableciendo fondos de capital de riesgo transparentes y equitativos para facilitar la inversión extranjera en empresas tecnológicas nacionales.
El compromiso de China de fortalecer la cooperación entre instituciones chinas y extranjeras se refleja en su apoyo a plataformas de cooperación en inversiones conjuntas, fomentando la colaboración y la sinergia para promover un panorama de inversión dinámico propicio para beneficios mutuos.
En un contexto más amplio, el mercado tecnológico sigue siendo un foco de interés para inversores que buscan oportunidades y crecimiento sostenido.
La inteligencia artificial (IA) emerge como una inversión sólida a largo plazo, respaldada por gigantes tecnológicos como Microsoft, Meta Platforms, Alphabet y Tesla, según Roberto Guzmán García.
“Adoptar una perspectiva contraria y reconocer el valor subyacente de las acciones tecnológicas, especialmente las relacionadas con la IA, puede ser estratégico en un panorama donde los fundamentos de la industria son sólidos a largo plazo”, concluye el experto financiero.
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