Por KUKULKÁN
¡AH, LOS ALUXES! Esos traviesos duendecillos de la mitología maya parecen haberse mudado de los antiguos bosques tropicales a las instalaciones del Instituto Electoral de Quintana Roo (IEQROO) ¿O es que alguien en Playa del Carmen decidió hacer una ofrenda a los aluxes a cambio de un ‘milagro’ electoral? Porque, claro está, sólo un acto de magia podría explicar el ‘extravío’ –el eufemismo oficial para el término sustracción– de 105 boletas de votación justo en distritos donde la competencia electoral promete ser tan competitiva y apretada como los pantalones después de las fiestas navideñas.
EL RELATO, digno de un capítulo de ‘Realidad Mágica’, nos cuenta que las boletas desaparecieron misteriosamente tras ser contadas en los consejos distritales 09 de Solidaridad y 11 de Cozumel. En el primer caso, 100 boletas destinadas a la elección de presidente municipal y 4 para diputados locales se ‘perdieron’ sin dejar rastro. Mientras que en el segundo caso la desaparición fue más modesta, sólo hace falta una boleta para la elección de alcalde. A lo mejor porque los ‘aluxes’ de la isla de las golondrinas son menos ambiciosos, ¿usted qué cree amable lector?
EL INGREDIENTE de sospechosismo salta ante las muestras de la vieja clase política del estado por seguir controlando a toda costa ambos municipios: Solidaridad, actualmente en poder de la alianza encabezada por el PAN, donde la alcaldesa Lili Campos busca reelegirse, aunque enfrentará el creciente apoyo que ha ido ganando su opositora de Morena, Estefanía Mercado que todo parece indicar es cuestión de trámite para que le arrebate la silla.
EL ESCENARIO para Cozumel igualmente se ve cuesta arriba para el candidato del PRI, Pedro Joaquín quien busca recobrar el poder que perdió en 2021 ante el huracán morenista sólo que ahora tendrá como competidor a un José Luis Chacón, por primera vez un candidato salido del pueblo que está muy despierto y consciente para impedir que los vuelva a gobernar ni engañar un representante de la élite local para beneficio de un puñado grupo de empresarios y políticos.
POR ESO, el incidente de las boletas ‘extraviadas’ nos remite al colorido anecdotario de los ‘mapaches electorales’ y sus sofisticadas triquiñuelas. Entre los métodos favoritos de estos avezados defraudadores está el voto en ‘carrusel’ o ‘cadena’. Aquí, el truco es simple pero efectivo: se necesita una sola boleta vacía para poner en marcha un fraude masivo. El primer votante recibe una boleta ya marcada, emite su voto y devuelve la boleta limpia que le entregan en la casilla. Esa boleta limpia se marca de nuevo y se entrega al siguiente votante, y así sucesivamente. ¡Un círculo virtuoso de corrupción!
ANTE tan lamentable emergencia, el IEQROO convocó a sesión extraordinaria a altas horas de la madrugada para decidir la reimpresión de las boletas extraviadas. Según la consejera presidenta, Rubí Pacheco Pérez, se tomarán todas las medidas de seguridad para evitar la duplicidad de las boletas, aunque en su discurso pareciera minimizar la gravedad del asunto. La narrativa oficial, con un toque de ingenuidad —o quizá de complicidad—, sugiere que las boletas podrían haberse perdido por error humano o, en un descuido cósmico, fueron a parar a manos de un aluxe juguetón.
LO QUE SÍ es seguro es que cualquier mortal que se atreva a jugar con la papelería electoral enfrentará duras sanciones, según la Ley General en Materia de Delitos Electorales. El artículo 7 de dicha ley promete multas y prisión para quienes posean, usen o suministren documentos públicos electorales de manera ilegal. No obstante, la posibilidad de que estas boletas extraviadas aparezcan el día de la elección, ya firmadas y listas para ser usadas en un fraude, sigue siendo una inquietante realidad que el IEQROO no puede simplemente ignorar.
RESULTA paradójico que, en pleno siglo XXI, estemos debatiendo si el ‘extravío’ de boletas es producto de la magia de los aluxes o de los métodos más terrenales y corruptos de los mapaches electorales. Mientras tanto, el día de la elección se aproxima, y con él la esperanza de que el espíritu de la democracia prevalezca sobre la brujería y el fraude. ¿Será que los aluxes tienen su preferido? ¿O simplemente nos están recordando que en cada elección, la verdadera magia debería ser la de un voto libre y justo? En cualquier caso, la realidad es que, en la atmósfera electoral quintanarroense, los duendes y mapaches están al acecho para lo peor.
